El regreso de Sergio Ramos y Modric da esperanzas al peor Real Madrid de la temporada

La Voz / Efe / Colpisa REDACCIÓN

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El defensa sevillano y el centrocampista croata ultiman sus procesos de recuperación y podrían servir de revulsivo a un equipo que ha perdido parte de su identidad

08 mar 2015 . Actualizado a las 18:02 h.

La derrota ante el Athletic de Bilbao ha dejado de manifiesto que el Real Madrid ha entrado en su peor dinámica de la temporada. Los blancos están sumidos en una crisis de identidad donde la falta de reacción de Carlo Ancelotti, el agotamiento de sus estrellas o el Cristiano Ronaldo más gris de los últimos tiempos son la tónica común de cada partido. Sin embargo en el Real Madrid creen todavía en la capacidad de reacción, y más si cabe, si Sergio Ramos y Luka Modric ultiman sus procesos de recuperación.

El Real Madrid perdió algo más que a dos jugadores cuando ambos cayeron lesionados. Sergio Ramos se había convertido en el bastión defensivo de la zaga blanca, y Modric en el cerebro del juego. Su ausencia ha dejado entrever que sin dos pilares fundamentales como ellos, el engranaje del Madrid empieza a oxidarse. Y empezar a renquear en el tramo final de la temporada, con todo por decidir, no suele ser síntoma de éxitos.

Pero la cara del Real Madrid puede cambiar. La vuelta a los terrenos de juego de Luka Modric tras cuatro meses apartado por una lesión, y el regreso también de Sergio Ramos, ausente durante cinco semanas, atisva una renovación de la imagen de los de Ancelotti, cada vez más necesitados de revulsivos capaces de variar la mala racha.

El Madrid se aferra a la idea de que con la vuelta de Modric y Ramos, el equipo recupere su identidad. La mejoría del tono físico del croata y la buena evolución de la lseión muscular del central, permitirán al técnico italiano mover varias piezas de un once que ha dejado de funcionar.

El rendimiento del Real Madrid ha entrado en caída libre motivado por las bajas, pero también por la falta de compromiso con la elaboración y las ayudas defensivas de los jugadores de ataque. Los blancos están asistiendo a un desplome técnico, táctico y psicológico de un equipo que tiende a tirar las primeras partes y a estresarse después, cuando debe remar a contracorriente.

Benzema ya no es ese delantero que baja a recibir y se convierte en una especie de pivote en ataque. Recuerda al francés errático e indolente al que abucheaba el Bernabéu. Gareth Bale sorprende siempre con alguna genialidad, como ese lanzamiento a la madera con Iraizoz adelantado, pero no mezcla bien con sus compañeros. Suma siete jornadas sin marcar, elabora poco y se niega a defender como un centrocampista. La impotencia de Cristiano Ronaldo está desaparecido y sus gestos lo dicen todo. Pura impotencia. No marca diferencias y afea a suplentes como Jesé o Chicharito que tiren a puerta en lugar de pasársela. 

Pero nunca se puede dar por muerto al Real Madrid, y menos cuando está a un solo punto del lider, con pie y medio en cuartos de la Champions, y a punto de recuperar a Sergio Ramos y Luka Modric, y con ellos la esperanza de volver al buen camino.