Un triunfo empapado en cafeína

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

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El Mapfre gana la cuarta etapa de la Volvo tras 36 horas sin un solo respiro

01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un par de días poco después de sobrepasar el cabo Brett -dicen quienes han estado allí que es uno de esos rincones de la Tierra difícil de describir por su sobrecogedora belleza, un lugar donde las afiladas montañas se desploman sobre el mar como solo ocurre en Nueva Zelanda-, el Mapfre conseguía ponerse en cabeza de la flota de la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo con escalas. Tras más de cinco mil millas (8.046,7 kilómetros) de la cuarta etapa, la que llevaba a los barcos desde Sanya (China) a Auckland (Nueva Zelanda), el desafío español, a un palmo de la llegada, lograba decantar a su favor la encarnizada batalla que había mantenido hasta entonces con el Azzam, donde regatea el gallego Chuny Bermúdez de Castro; y el Dongfeng, el proyecto franco-chino que lidera el patrón Charles Caudrelier.

El Mapfre tocó tierra después de 20 días, dos horas, 31 minutos y 20 segundos de navegación. Tan solo cuatro minutos más tarde, soldado a la popa del 65 pies con pabellón del Real Club Náutico de Sanxenxo, asomaba el Azzam por la bahía de la ciudad más poblada del Pacífico Sur. Y con el mismo lapso de tiempo con respecto a su predecesor atracaba el Dongfeng. Uno de los finales más apretados en la historia de esta emblemática competición de la vela oceánica. Transcurridas casi tres semanas desde la salida, entre tempestades y calmas agotadoras, el podio se decidía en apenas ocho minutos. Para el Mapfre significaba su primer triunfo parcial, dejando así atrás un arranque dubitativo donde al equipo le ha costado acoplarse. Al Azzam de Chuny Bermúdez de Castro el resultado le servía para igualar en el primer puesto de la general cuando ya se ha sobrepasado el ecuador de la Volvo, que terminará a finales de junio en Gotemburgo (Suecia) tras haber visitado once puertos y recorrido 38.739 millas.

«Ha sido muy estresante, pero lo hemos conseguido», comenta Xabi Fernández, quien ante la ausencia de Íker Martínez, centrado también en su proyecto olímpico, se puso a la caña del Mapfre durante las dos últimas etapas. «Hemos hecho un esfuerzo tremendo durante todo este trayecto», recalca el patrón, que no disimulaba la importancia que había tenido su navegante, Jean Luc Nèlias -la persona que a bordo se encarga de analizar los partes meteorológicos y su evolución para trazar junto la ruta más conveniente, la que asegure que el viento empuja al casco con la fuerza necesaria-. «La decisión de mantenernos siempre más al este y a barlovento que la flota fue la acertada. Al final nos ha compensado», destaca Fernández. «Hemos hecho un grandísimo trabajo, y en particular Jean Luc, sobre todo en las últimas 36 horas», indica el andaluz Rafa Trujillo.

El diseño único de Farr

El desenlace milimétrico de esta cuarta etapa no es una excepción dentro de esta edición de la Volvo Ocean Race. La decisión de la organización de apostar por un diseño de barco único -el de la compañía Farr Yatch Design- ha equilibrado las fuerzas de los proyectos hasta el extremo. En esas condiciones ser capaz de descifrar por dónde va emerger un nudo más de viento es trascendente. Para los navegantes no hay ni un minuto de respiro. «En cualquier momento se puede vincular la tensión de una situación en el Azzam con la cantidad de chicles de cafeína que Simon SiFi Fisher toma. Cuando pasamos por el Estrecho de Malaca, en la tercera etapa, y cuando el mar nos apalizó yendo de Sanya hacia Filipinas, se tomó varios a la hora. Ahora, mientras perseguimos a Dongfeng, tiene un tarro de ellos junto al ordenador», quedó estos días escrito en el diario de a bordo del barco de Chuny.

«Esto demuestra que el espíritu de nuestro equipo nunca se rinde»Pedro Campos

El director general del Mapfre, el gallego Pedro Campos, aseguró que la victoria de la embarcación española en la cuarta etapa de la Volvo Ocean Race demuestra que «el espíritu» de los hombres de Xabi Fernández «nunca se rinde», y destacó el mérito de los tripulantes al reponerse a un «difícil comienzo».

«Hay que felicitar al equipo por el extraordinario esfuerzo que han hecho en una etapa llena de complicaciones que han sabido ir superando y luchando todos y cada uno hasta el final. Es una victoria que nos llena de alegría y que demuestra una vez más el espíritu de nuestro equipo, que nunca se rinde, a pesar del difícil comienzo que tuvimos en la primera etapa», declaró.