Objeciones y lecciones

Carlos Melchor AL OTRO LADO

DEPORTES

26 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Victoria contra el Recreativo y nuevo balón de oxigeno. Un partido, el del domingo, extraño sobre el campo, con una plantilla onubense que sigue sin cobrar y que dio una lección de pundonor y profesionalidad; y enrarecido en la grada, con el terremoto accionarial muy presente en forma pancartas y de gritos audibles contra el más que probable nuevo dueño del club. Los dos bandos de la parroquia rojiblanca están cada vez más claros. Nada bueno trae ser pocos y, aun por encima, divididos.

Pero regresando al verde, se vieron cosas interesantes. Por ejemplo, un David Ferreiro que firmó su mejor partido de la temporada, siendo el extremo desequilibrante que todos vimos en el Cádiz. Fue un látigo para el Recre y no se fue diluyendo con el paso de los minutos, pecado capital del ourensano. Qué importante sería que cultivase la regularidad en su rendimiento. Carlos Pita lleva un mes de febrero notable, aunque sin aproximarse todavía a aquel imperial jugador que dominaba con mano de hierro el centro del campo. Su desempeño como central ante la lesión de Borja Gómez tuvo mucho mérito. El madrileño es otro más que sufre la plaga más grande de desgracias que se recuerdan por aquí. Y aun podemos dar gracias que todo esto sucede en la temporada en la que el Lugo tiene la plantilla más larga. Imaginar este escenario cuando apenas se disponía de 20 profesionales da escalofríos.

El último nombre propio es el de Manu. Seguramente el jugador que más está sufriendo todos los males que asolan al Lugo. Y también en el que más visible se hace ese sufrimiento. Su derrumbe nada más pitar el árbitro el final fue la imagen del partido. Un gesto de desahogo y rabia después de la tensión de los 90 minutos que dice mucho de la presión y la angustia que el eterno capitán está padeciendo. Que no haya sido el lanzador del penalti dice muchísimo. Solo se recuerda una ocasión en la que estando él sobre el campo no lo tirase, cuando Oscar Díaz se lo birlo egoístamente a finales de 2012 contra el Castilla. Manu está lejos de ser el que fue, pero nadie podrá decir algo sobre su entrega y responsabilidad.