Rafa Nadal: Una derrota lógica y la sombra de Gerulaitis

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LUKAS COCH | Efe

Encajó como un caballero uno de los mayores repasos de su carrera

28 ene 2015 . Actualizado a las 12:05 h.

El dolor nunca abandona al tenista profesional. «Jugamos con molestias la mayor parte de nuestras carreras. Nadal lo que hace muy bien con todo su equipo es cuidarse, trabajar y prever las lesiones», comentó Conchita Martínez a La Voz tras el noveno Roland Garros del gigante. Quizá por eso, porque sabe que, de tantas lesiones que arrastra, no debe transmitir una imagen quejosa, ese perenne sufridor que es el mallorquín prefirió ayer callar sus molestias mientras sufría los golpes de Berdych por todos los rincones de la pista.

¿De qué le vale ya compartir las dificultades? Como caballero encajó uno de los mayores repasos de su carrera en un grande. Las molestias le pudieron mermar, pero de fondo le frena un dato, como las riendas controlan a un caballo salvaje. Desde principios de junio no encara a un jugador del top-10.

Entre derrotas, molestias y dudas -operarse de apendicitis o esperar, cancelar un compromiso o cumplir... - consumió los siete últimos meses. Y esa ausencia de victorias contra los mejores contribuyó a su fiasco de cuartos ante Berdych. Un ligero matiz que frene los movimientos puede escamotearse contra un Youzhny, un Smiczek, un Sela, pero no lo perdona ya un jugador un peldaño por encima, un checo de brazos largos que golpea con su alma para abrirse paso hacia el terreno reservado a los verdaderos campeones.

Nadal pelea cada día contra su propia leyenda. El tenista que reapareció inmenso en el 2013 tras nueve meses sin competir, asombró al mundo con diez títulos en sus 13 primeros torneos. Pero aquel regreso, planificado con la ayuda de un claro en el calendario, le llevó por la gira sudamericana de tierra, el hábitat ideal para reencontrarse poco a poco con su mejor versión. En su terreno de la arcilla, en torneos de segunda fila para progresar poco a poco hacia la cima de Roland Garros. Un camino similar, como si en Melbourne solo hubiera sufrido un accidente, debe recorrer de aquí a París, donde atacaría el décimo título en el Bois de Boulogne.

Después de sufrir 17 derrotas seguidas ante Nadal, Berdych evitó un récord negativo en la era moderna. Podría emular aquello que soltó Vitas Gerulaitis cuando rompió su racha de fracasos ante Jimmy Connors: «Que esto sea una lección para todos. Nadie gana a Vitas Gerulaitis 17 veces seguidas». Pero sabría que se aprovechó de un Nadal desdibujado.