Un triple de Blair en el último segundo tumbó al Xuven en el derbi pontevedrés de la LEB Plata
25 ene 2015 . Actualizado a las 00:21 h.El Peixe Galego amplió su pleno de victorias sobre el Xuven desde el traslado de su derbi a la LEB Plata. Ayer se repitieron muchas de las secuencias del guion sobre el que se escribió el duelo de la primera vuelta. De nuevo bajo un ambiente excepcional, el partido transcurrió marcado por las alternativas, llegándose al tramo final con un marcador ajustado que acabó decantándose a favor de los marinenses. La diferencia esta vez estuvo en que, si en la ida fue un Azotam inmenso el que desniveló la balanza, esta vez fue el jamaicano Garfield Blair el que se echó al equipo local a la espalda en el cuarto decisivo, anotando 15 puntos solo en este período y el triple que evitó la prorroga y dio el triunfo a los de Javi Llorente en el último segundo.
También de la misma manera que sucedió en O Pombal, desde el inicio el de ayer fue un duelo de rachas, aunque esta vez el buen arranque del Xuven permitió a los cambadeses dominar el marcador hasta el último cuarto. De hecho, hasta entonces, el Peixe Galego solo logró situarse por delante en el marcador con la canasta inicial de Azotam. Pero tras la misma, los de Yago Casal estuvieron más acertados en el tiro, y tras tomar la delantera en el electrónico, pronto elevaron su renta hasta los ocho puntos gracias a dos triples seguidos de Callaghan (5-13) obligando a Javi Llorente a pedir un tiempo muerto para frenar la sangría. Los ajustes en el bando local dieron resultado, y Blair dio la réplica a Callaghan para acortar distancias, y el Peixe Galego acabó logrando devolver el empate al marcador (16-16) al final del primer cuarto.
Arreón del Xuven, 15 arriba
Con las cartas ya boca arriba, el partido parecía que iba a continuar con un intercambio de golpes sin que se abriesen grandes diferencias. Pero en el inicio del segundo cuarto el Xuven dio un arreón con el que a punto estuvo de romperlo. En menos de cuatro minutos, los cambadeses endosaron un parcial de 0-12 a los locales, muy desafortunados en el tiro, que obligó de nuevo a Javi Llorente a pedir otro tiempo muerto. Y pese a que a la vuelta del mismo Lucas Vaquero aún elevó la diferencia a 15 puntos (16-31) con un triple, los marinenses volvieron a entrar en el partido gracias, en buena medida, a que lograron forzar muchas faltas y entraron muy pronto en bonus. El Xuven, por su parte, empezó a ser presa de sus propios nervios al ver cómo se acortaban las distancias, como demostró la técnica que señalaron los árbitros a Yago Casal por sus protestas poco antes del descanso. De todos modos, los cambadeses lograron irse al descanso con ventaja, aunque para entonces ya solo de cuatro puntos (32-36) dejando todo abierto para el regreso de vestuarios.
Ya en el tercer cuarto, el partido entró en una fase de muchas imprecisiones en ambos bandos. De hecho, este período finalizó con un escueto parcial de 9-11 que, en todo caso, permitía al Xuven ampliar ligeramente su diferencia (41-47) de cara al cuarto final.
La revolución jamaicana
Y entonces, emergió Blair. El escolta jamaicano, que desde el primer cuarto solo había vuelto a anotar dos puntos, recortó distancias con un triple y un mate, y Norman Rey completó la remontada colocando un 50 a 49 en el electrónico que llevó a Yago Casal a pedir un tiempo muerto. Sin embargo, el jamaicano ya se había puesto el traje de matador y siguió con un recital desde el exterior que solo su falta de acierto desde la línea de tiros libres empañó. Gracias a eso, Chufi devolvió el empate al electrónico (59-59) con sus dos únicos puntos del partido, precisamente, con sendos tiros libres a falta de 14 segundos.
Con la posibilidad de la prórroga sobrevolando A Raña, Llorente volvió a sacar la pizarra, y lo apostó todo a una sola carta. Tras una jugada larga, buscando agotar el tiempo, el balón cayó en las manos de Blair, y al jamaicano no le tembló el pulso para anotar el triple que colocó el definitivo 62 a 59 en el marcador, otorgando otra victoria agónica a un Peixe Galego que prolonga así su supremacía en el derbi pontevedrés de la LEB Plata y propiciando otra derrota cruel para el Xuven.
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