Solo la Policía aprueba en la gestión de los enfrentamientos de Madrid Río

m. f. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La labor de Ángel María Villar es la peor valorada por los encuestados

04 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras la reyerta en la que murió Francisco Javier Romero Taboada, el Ministerio del Interior destituyó a dos mandos policiales: los coordinadores de seguridad del Deportivo y del Atlético. El Gobierno argumentó que no se facilitó información suficiente sobre el desplazamiento de los Riazor Blues a Madrid y admitió que hubo fallos en la coordinación (el partido ni siquiera fuera declarado de alto riesgo). Sin embargo, de entre las instituciones y responsables que tomaron decisiones relacionadas con el enfrentamiento entre lo ultras, solo la policía obtiene un aprobado de los gallegos (5,32). Los encuestados suspenden a los responsables de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y a los presidentes del Deportivo y del Atlético.

La peor nota es para Ángel María Villar, máximo mandatario de la RFEF y el gran ausente en las reuniones y comparecencias fijadas para poner en marcha nuevas medidas contra la violencia en el fútbol. Villar primero se mantuvo al margen y después impulsó la creación de una comisión antiviolencia al margen del Consejo Superior de Deportes y defendió a la «gente del fútbol» frente a los políticos. Según los gallegos encuestados por Sondaxe, esta cadena de reacciones merece un 2,6.

Javier Tebas, presidente de la LFP, es el segundo en el ránking de suspensos, con un 3,59. Tebas estuvo en el centro de la polémica desde el principio. Aseguró que quería suspender el partido tras la muerte de Jimmy, pero que no pudo localizar a ningún responsable federativo para oficializar el trámite. Después explicó que la LFP no decretó que se guardara un minuto de silencio en los estadios «porque Jimmy no era un aficionado normal» y añadió que en la reyerta del Manzanares había «grupos de delincuentes que habían quedado para pegarse». TAmbién cesó a Augusto César Lendoiro como embajador de la Liga después de que este fuera retratado con ultras en el entierro del aficionado deportivista. Tebas acusó a Lendoiro de «cierta apología de la violencia».

El Gobierno roza el 4 con su gestión. Impulsó una batería de medidas, pero quedó en evidencia que los diferentes Ejecutivos centrales (al igual que la LFP y la RFEF) han sido laxos en la aplicación de las leyes ya existentes para desterrar a los violentos del fútbol, algo que sí se consiguió hace años en Inglaterra.

Los gallegos también desaprueban la actuación del presidente del Deportivo, Tino Fernández, que recibe un 3,8, y la del mandatario del Atlético, Enrique Cerezo, que obtiene un 4. Tino Fernández sufrió el desgaste de cerrar la grada de los Blues dos partidos, aunque se mostró contundente contra la violencia. Cerezo tuvo una actuación más tibia, con la expulsión virtual del Frente Atlético y defendió la estrambótica posición de Villar. «Hemos tenido mala suerte», llegó a decir sobre el dramático enfrentamiento del Manzanares, añadiendo que los ultras violentos no tienen nada que ver con el mundo del fútbol.