La carrera más lenta de Michael Schumacher

Jens Marx

DEPORTES

DIEGO AZUBEL | Efe

Al igual que su largo proceso de recuperación, la información sobre lo que ocurrió exactamente al expiloto se ha ido conociendo a cuentagotas

04 ene 2015 . Actualizado a las 20:23 h.

Como en otras ocasiones, Michael Schumacher se disponía a pasar el Año Nuevo y celebrar su cumpleaños con su familia esquiando en Francia. Sin embargo, en cuestión de segundos su vida cambió, tal vez, para siempre. Las primeras noticias llegaron recién a primeras horas de la tarde, cuando una emisora informa que el expiloto tuvo un accidente. Sufrió una caída en Méribel, la estación chic de los Alpes, al golpearse contra una roca. El ex piloto llevaba casco y no había perdido el conocimiento, se comunica. Según la emisora de radio RMC, el director de la estación Christophe Gernignon-Lecomte advierte que no hay motivo de preocupación. Schumacher no ve una roca recubierta con una fina capa de nieve, se tropieza con ella y choca de cabeza contra otra piedra a unos diez metros, tal como constataron las investigaciones de la Fiscalía. «Schumacher es un muy buen esquiador, se comportó con total normalidad en ese tipo de terreno y con pequeños giros controló su velocidad», dijo Stephane Bozon, comandante de la gendarmería de montaña de la región de Saboya al término de las investigaciones.

Sin noticias del vuelo

Y también los esquíes que llevaba están «en perfectas condiciones», casi nuevos. «No hay ningún comportamiento doloso por parte de nadie», subrayaría a su vez el fiscal Patrick Quincy siete semanas después del accidente. A las 11.07 horas de aquella mañana de domingo llega la llamada de socorro a la estación de salvamento. Y a las 11:30 ya estaba despegando el helicóptero de auxilio con el alemán a bordo. «El salvamento de Schumacher discurrió con extrema rapidez», resaltó Olivier Simonin, gerente de la estación de esquí». El helicóptero vuela primero al hospital de Moûtiers. Sobre las 12:40, Schumacher es llevado al hospital universitario de Grenoble, ya que las heridas son tan graves que no pueden ser tratadas en Moûtiers. Lo que pasó exactamente durante el vuelo aún no fue aclarado. En Grenoble, Schumacher es operado de inmediato. Oficialmente solo se informa que «Michael sufrió un golpe en la cabeza mientras esquiaba en los Alpes franceses». «Fue transportado al hospital», comunica su mánager, la omnipresente Sabine Kehm.

El casco que llevaba Schumacher quedó reventado por el choque, pero pasó largo rato antes de que trascendiera la gravedad de las lesiones del padre de dos hijos ya adolescentes. Mientras, bajo gran escolta policial llega a Grenoble un renombrado médico: el profesor Gérard Saillant, que ya operó a Schumacher después de su grave accidente en Silverstone, cuando sufrió una doble fractura de tibia y peroné. Saillant es amigo de Schumacher, de su familia y un reputado experto en lesiones cerebrales La familia de Schumacher esta ahí, pero la opinión pública no sabe aún a ciencia cierta qué pasa con el siete veces campeón del mundo. A medida que transcurre el día, las perspectivas son cada vez más sombrías.

La emisora británica BBC informa primero que el estado de Schumacher es «serio pero que no corre peligro de muerte». La estación de esquí dice asimismo que la vida de Schumacher no se halla en peligro. El piloto ha sufrido lesiones en la cabeza y un trauma cráneo-cerebral. La preocupación aumenta. Una cadena francesa de televisión informa que Schumacher tuvo una hemorragia cerebral y corre peligro de muerte. Y luego el hospital confirma hora y media antes de la media noche local que el ex campeón mundial sufrió un «trauma cerebral con coma» y que su estado es crítico. Al día siguiente, Saillant ofrece una conferencia de prensa en la que explica el estado «muy crítico» de Schumacher y confirma que se encuentra en coma inducido. «No podemos hablar sobre las posibilidades de supervivencia», declaran sus médicos. A partir de ahí, el alemán iniciaría una lenta recuperación. Medio año después es despertado del coma y en septiembre trasladado a su casa. El sombrío futuro de Schumacher no es solo por cuestiones de salud: varias firmas comerciales han decidido rescindir sus contratos y otras se lo piensan, debatiéndose entre el impacto publicitario negativo y su cuenta de resultados. Hace meses que Corinna, su esposa desde hace 20 años, vendió el Ferrari y el avión privado, por 26 millones de euros. Su casa es ahora una clínica con 15 empleados y eso tiene un precio.