El Barcelona B frenó en seco al Teucro en un partido un tanto extraño en el que el marcador puede llevar a engaño. El choque fue igualado durante muchos minutos y especialmente vistoso porque ambos equipos desplegaron un juego ambicioso en el que el gol es el objetivo inmediato. Sin embargo, en los finales de cada uno de los dos períodos el conjunto teucrista no anduvo fino atrás y mostró menos argumentos en ataque que su oponente, por lo que, sumadas ambas fases, sitúan un marcador definitivo demasiado abultado.
El partido comenzó con un ritmo frenético en ataque. Ambos se enzarzaron en un precioso, aunque algo alocado, intercambio de golpes. Ninguno de los dos supo o quiso protegerse y con la igualdad presidiendo el marcador, los primeros minutos fueron un intercambio total de ataques y goles. Jugándose un balonmano muy abierto y sin especulaciones, sorprendió la variedad de tantos que se vieron en este comienzo de choque, así como lo mucho que se repartieron estos en las dos escuadras, donde ningún sobresalía por encima del resto en esa faceta.
Cada vez se hacía más evidente que la victoria pasaba por una buena defensa así como por una mejor presencia bajo los palos. Un error no forzado de los visitantes sirvió al filial para colocarse tres arriba y obligar a Quique Dominguez a apurar su primer tiempo muerto, pero a la vuelta a pista llegó la máxima hasta entonces, 11-7. Los azules apretaron los dientes y enjugaron las diferencias, pero cuando llegó el momento de completar la faena, con dos abajo pero en superioridad por primera vez, las luces se apagaron en ataque y por contra se encendieron todos los nervios habidos y por haber. El Teucro jugó sus peores minutos en un final de primera parte para olvidar y acabó cediendo al descanso una desventaja excesiva de cara a pensar en la victoria (22-16).
Tres goles azules en menos de dos minutos supusieron un reinicio de batalla esperanzador. El Teucro se vació y cumplido el minuto cinco se puso a tiro en el marcador, 24-22, obligando a Toni Gerona a gastar un tiempo muerto para frenar la embestida y aclarar ideas en sus filas, especialmente atrás. Los locales ya no quisieron jugar a hacer gol rápido y anularon a Dani Hernández y Moledo, que estaban siendo los mejores. Contemporizaron entonces mucho más y calmaron el ímpetu del rival, que arriesgaba con todo. Eso y una afortunada superioridad volvieron a ensanchar de nuevo el marcador.
El momento era delicado y al final resultó crucial. El Barça B se puso a seis goles y, pese a la lucha del Teucro, el partido quedó sentenciado.
Marcador cada cinco minutos: 4-3 (5?); 8-6 (10?); 11-8 (15?); 13-12 (20?); 18-15 (25?); 22-16 (descanso); 24-20 (35?); 26-23 (40?); 31-26 (45?); 34-29 (50?); 37-31 (55?); 41-33 (final).
Árbitros: Tex Iniesta Castillo y Soria Fabián. Exclusiones: Rey (2); V. Rodríguez, C. García y D. Hernández.
Incidencias: Decimotercera jornada de liga. Ciutat Esportiva Joan Gamper. 400 espectadores.
Admella, Lancina (4), Oriol Rey (1), Amigó (1), Tremps (6), Sáez (5), Márquez (10), Miralles (4), Xoan Lledó, Baumgartner (2), Oliver, Gómez, Daniel Dujshebaev (5), Rubén Cabello, Josep Folques (1), Xavi Castro (2).
Amérigo, Carró (2), Borja Fernández (1), Dani Hernández (7), Moledo (8), Carlos García (6), García Pichel (4), Chapela (5), Santi Gómez, Dorado, Pumar, Víctor Rodríguez, Iván Fernández, Pombo.