Akka Essaadoui y Esther Navarrete ganan la Carreira do Pavo

DEPORTES

Bargiela y Mosquera se llevaron el truinfo en el Circuito de Carreras Populares de Vigo

21 dic 2014 . Actualizado a las 23:36 h.

Akka Essaadoui y Esther Navarrete no encontraron rival en la 53 edición de la Carreira do Pavo. El marroquí afincado en O Porriño gobernó la carrera masculina de principio a fin y la viguesa corrió en medio de un mar de hombres sin ninguna mujer a la redonda que le inquietase.

Akka llevaba cuatro años buscando el triunfo en la histórica pedestre que da paso al ciclo navideño, pero siempre se había encontrado con una competencia fuerte. En esta ocasión Víctor Rioboo parecía el enemigo a batir, pero fue el joven Tariku Novales quien más le incordió, hasta que Essaadoui dio un cambio de ritmo y ya se fue en solitario. De hecho, por el paso intermedio tenía media carrera ganada y el único cambio en el podio llegó con la remontada de Daniel Bargiela para hacerse con el segundo puesto, quedando el juvenil noiés en la tercera plaza. «Intenté de principio saber cómo estaban mis amigos y después cambié y me salió bien y estuve controlando (el resto de la carrera)» comentó Akka después de lograr un triunfo que le llega cuando menos tiempo tiene para dedicarle al atletismo, ya que le ha salido un trabajo en horario nocturno.

La céltica Esther Navarrete inscribió su nombre entre los ganadores por segunda vez. En el 2012 había saciado la ira de la injusticia de verse fuera del Europeo de cros con una victoria inapelable en Vigo. La de ayer fue menos reivindicativa, pero igual de incontestable. Corrió sin una rival a la redonda y ganó con claridad. Leticia Fernández fue segunda y Sara Pérez, que fue remontando, acabó tercera por delante de Sandra Mosquera, que ha finalizado el año tocada por sus problemas en el glúteo medio.

«Estiven tanteando dende o principio, xa sabes como son as rúas, por onde van, e aínda por riba pola zona vella, tiña un pouco de medo pero no atletismo non se lle pode ter medo a nada», comentó la ganadora, que considera especial ganar en casa ante sus conocidos.

La cita reunió a lo largo de toda la mañana a unos 600 atletas en el entorno de la Praza de Compostela y después de años de zozobra volvió a contar con las categorías menores como uno de sus reclamos. Faltaron de nuevo los pavos vivos para los ganadores, uno de los símbolos de la prueba a lo largo de la historia.