«¡Maldito fútbol!»

E. Mouzo / A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Las madres de los detenidos mostraban su disgusto mientras veían a sus hijos salir de casa acompañados por los policías

19 dic 2014 . Actualizado a las 09:14 h.

La Operación Neptuno se presentó ayer en A Coruña muy de mañana. A eso de las seis, agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid, acompañados por la Unidad de Intervención Policial de A Coruña, ya estaban visitando los domicilios de los 18 miembros ultras de Riazor Blues que querían detener para trasladarlos al cuartel y allí interrogarlos. Todos ellos ya habían sido identificados en Madrid tras la muerte de Jimmy como supuestos participantes en la pelea.

La operación se realizó «con todo el sigilo del mundo, sin llamar la atención», indicaron fuentes próximas a la investigación. De hecho, a las viviendas subían agentes vestidos de paisano, y en la calle les esperaba una pareja de uniforme. El operativo se desarrolló sin ningún tipo de incidencia. «Los agentes que participaron en las detenciones no encontraron resistencia por parte de ninguno de ellos», subrayaron las mismas fuentes.

Cuando los agentes llamaban al timbre, la mayoría de los que abrían las puertas eran los padres de los arrestados: «Si mi hijo no hizo nada», dijo alguno mientras se llevaban a su hijo. Una madre llegó a decir «maldito fútbol» en el momento en el que los agentes se llevaban a su hijo. Los agentes tuvieron que acudir al trabajo de alguno de los detenidos para llevárselos a comisaría, como fue el caso de un trabajador en el puerto coruñés. Pero la detención también se hizo de forma muy discreta, «de hecho creo que nadie se dio cuenta de que los agentes se llevaron arrestado a esa persona», sostienen fuentes policiales.

La llegada de los detenidos a las dependencias policiales de Lonzas fue también de lo más tranquila. No tanto la salida. Si bien al principio fueron abandonando el cuartel de uno en uno, a medida que avanzaba el día lo hicieron en pequeños grupos. Casi todos, con el rostro cubierto. Algunos dedicaron malos gestos a los periodistas y unos pocos gritaron frases como que «tan malos no seríamos cuando nos dejan libres». Luego se saludaban con media docena de amigos que los esperaban en la puerta para mostrarles su apoyo.

Los arrestados pasaron entre 8 y 10 horas en el cuartel. Pasaban de uno en uno a la sala de interrogatorio acompañados de su abogado y todos, sin excepción, se negaron a declarar.

Al respecto, en una comparecencia en la capital, el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díaz, ha concretado que todos ellos son miembros de Riazor Blues y afirmó que se han conseguido las pruebas para dar con los culpables. De hecho, ha reiterado que el cuerpo que dirige sigue haciendo gestiones para identificar a los participantes «y va a seguir hasta el final». «Nuestro propósito es llevar ante la Justicia a todos los que participaron en la riña tumultuaria o tuvieran conocimiento de ella», ha concluido.