El sanxenxino, de solo 15 años, jugará en el club luso y seguirá en el C.X. Fontecarmoa
19 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El Club Xadrez Fontecarmoa cuenta en sus filas con uno de los grandes valores de este deporte. Julio Suárez se ha acostumbrado a jugar y vencer a ajedrecistas de más edad y mucha mayor experiencia, pero la visión del tablero que atesora le empuja a desafiar a la lógica y a seguir despuntando campeonato tras campeonato.
Ahora comienza una nueva etapa tras haberse confirmado su fichaje por el Sporting de Lisboa, encuadrado en la máxima categoría nacional del país vecino. Julio representará a partir de ahora a las dos entidades, ya que en el ajedrez es posible competir bajo dos banderas de manera simultánea.
Tras su brillante actuación en el Europeo sub-16, disputado en Georgia, donde se jugó el todo por el todo costándole el podio, el sanxenxino se convirtió, para los que todavía no le conocían, en uno de los grandes referentes de esta disciplina. Su nombre y sus actuaciones empiezan a traspasar fronteras y a partir de ahora se dejará sentir su manera de jugar y su madurez en la competición lusa.
Julio Suárez, a punto de cumplir los 16 años de edad, se ha ganado a base de muchos jaques la posibilidad de competir en Portugal en categoría absoluta, algo que no ocurre tan frecuentemente y que ha posibilitado la figura de Manuel Pérez Candelario, el artífice de esta incorporación de lujo para los lisboetas.
Candelario, que lleva años manteniendo una buena amistad con el joven cerebro del Fontecarmoa, dirige ahora al equipo portugués en su fase de expansión internacional, con la vista centrada en las mejores figuras españolas.
«Acepté casi sin pensarlo»
No tuvo ninguna duda: «Cuando me lo propusieron acepté casi sin pensarlo», confiesa un entusiasmado Julio Suárez ante la nueva etapa que se le presenta y tilda de «un auténtico honor» poder enrolarse en el Sporting.
En una competición donde llega como estrella extranjera a un equipo de la capital, el jugador de Sanxenxo no se amilana a la hora de afrontar «un reto de este tipo», ya que el aplomo que demuestra en plena partida lo posee también en su día a día y a la hora de enfocar su carrera deportiva.
Tanto la competición que tiene por delante como su nuevo club «son bastante fuertes», con lo que la empresa se presenta a la altura de las exigencias de un joven jugador en plena eclosión que buscará hacerse un hueco en dos países distintos de manera simultánea y esperar a que su evolución sea la que marque el futuro. De momento, llega como fichaje de relumbrón.