El club pone a la venta una camiseta retro en homenaje al exbase santiagués
17 dic 2014 . Actualizado a las 10:22 h.Ricardo Aldrey es el mejor base de la historia del Obradoiro. Está avalado por su gran trayectoria. Jugó ocho temporadas consecutivas en la Liga ACB tras formarse en la propia cantera del Obra y gozar como júnior de aquella mágica campaña en Primera División (1982-83). Luego disfrutaron de sus capacidades en Ferrol durante seis temporadas en el Oar y dos más en Girona con el Valvi. Su carrera profesional continuó en Andorra, y volvió luego al Abeconsa Ferrol, para culminar en aquel proyecto LEB que surgió en Porriño de la mano de otro histórico como Julio Bernárdez (2000-01).
Habitual de la selección española promesas, llegó a ser internacional absoluto con Antonio Díaz Miguel en el banquillo. Epi, Sibilio, los hermanos Arcega, Pablo Laso, García Coll, Manolo Aller, Crespo, Joan Pagés, Fernando Romay y Ferrán Martínez, entre otros, formaban parte de aquel combinado nacional.
En reconocimiento a su aportación al baloncesto santiagués, el Obradoiro crea una camiseta retro de la Colección Leyendas dedicada a Ricardo Aldrey. Siempre con el número 7 a la espalda. «Me siento muy afortunado y es un orgullo que pensaran en mí. Me marché del Obra con 22 años después de formarme en las categorías base y fue el club que me catapultó a la élite. Estoy muy agradecido por el detalle de la camiseta», dice Aldrey.
Acude a Sar cuando sus obligaciones familiares y profesionales se lo permiten. Está viendo este año un Obradoiro «irregular en ciertas fases de algún partido que pasó factura. Teniendo claro que el objetivo es la permanencia, los pasos se están cumpliendo. Por potencial, capacidad de la plantilla y nivel de juego, la temporada está siendo excepcional».
Pormenorizando en el baloncesto que inculca Moncho Fernández, a Ricardo Aldrey le gusta la continuidad del juego ofensivo: «La fluidez del balón, las continuidades, el equilibrio interior-exterior, los bloqueos directos para los tiradores. En defensa la estructura está consolidada de años anteriores, adaptada a las nuevas piezas. El trabajo de cambios y ajustes que hacen es impresionante».
Echa en falta un pívot dominante en el juego interior: «Todo no se puede tener. Esos jugadores cuestan mucho dinero y dentro de nuestras posibilidades económicas no están mal los interiores. Hay variedad de características y lo mejor es saber sacar partido de lo que hay. Ahí Moncho Fernández sabe perfectamente lo que tiene y como gestionar esos recursos en el juego».