A Senra acogerá el domingo el primer duelo entre ambos conjuntos en Tercera con el «play-off» a tiro
17 dic 2014 . Actualizado a las 09:38 h.Pocos partidos hay más atractivos actualmente que un duelo de máxima rivalidad entre el Ribadumia y el Arousa. Dos equipos que se conocen, se vigilan y se respetan pero que nunca se han enfrentado en competición oficial militando en Tercera División.
No hay por tanto precedentes de la fiesta del fútbol que vivirán jugadores y aficionados de ambas hinchadas el próximo domingo, a las 16.30 horas, en el coliseo aurinegro. A pesar de lo que pudiera parecer en pretemporada, donde el Ribadumia entonaba la cantinela de ser un recién llegado a la categoría y que lograr la salvación era el primer y único objetivo de esta campaña, el calendario le sitúa a un solo punto de su rival y a tan solo tres de los puestos de fase de ascenso.
En el otro bando, los arlequinados han caído de esa cuarta plaza, que dará derecho a jugar la fase de ascenso a final de temporada, aunque la distancia real con esa zona noble es ahora mismo de dos puntos.
Unos y otros pretenden ganar la batalla más cercana, la de esta penúltima jornada del 2014, aparcando de momento la guerra, pero a nadie se le escapa que son dos equipos que lo están haciendo realmente bien para los mimbres que tienen -especialmente los ribadumienses- y que a ninguna de las dos aficiones les amarga un dulce como codearse con los más grandes.
Favoritos contra tapados
Hablar abiertamente de favoritos al ascenso es un privilegio reservado para un puñado de clubes en Tercera. Además de Pontevedra y Cerceda, que comandan la clasificación y que sonaban desde un principio, el Arousa entraba en muchas de las quinielas de la categoría, al igual que el Boiro, enzarzado en una lucha sin cuartel por huir de los puestos de descenso o el Choco, que sigue muy de cerca al grupo de cabeza.
La igualdad de la liga está provocando que se hayan roto muchos pronósticos y que algunas nuevas incorporaciones a la competición estén haciendo historia, como en el caso del Xuventú Sanxenxo, que ha sorprendido a propios y extraños o el del Ribadumia, que con una plantilla realmente corta presume de una desahogada situación clasificatoria y de Changui, el delantero centro más en forma de la competición, que lidera la carrera del pichichi con una docena de tantos.
Sobre el césped del estadio ribadumiense se estrecharán las teóricas diferencias entre ambos. Los locales vienen de ganar con todo en contra (lesiones y sanciones) y los visitantes necesitan vencer para quitarse el mal sabor de boca de la última jornada en casa ante el Deportivo B, donde un rival pragmático se llevó los tres puntos. La cita será más disputada de lo que podría parecer.