El líder Oviedo se quedó con los puntos tras cabecear Jonathan Vila una falta ejecutada por Susaeta
14 dic 2014 . Actualizado a las 11:10 h.El Compostela cayó a balón parado. Un cabezazo de Jonathan Vila en una falta tumbó al cuadro gallego en Oviedo, en un choque marcado por el mal estado del terreno de juego. El partido estuvo siempre muy peleado y ajustado.
El once santiagués no pudo prolongar su racha positiva al caer en el feudo del líder, en un duelo que casi fue más de waterpolo que de fútbol. El campo estaba tremendamente encharcado y, aunque al menos no se formó barro, el balón era frenado en muchas ocasiones. En esta tesitura las jugadas a balón parado podían resultar claves y una de ellas terminó decidiendo el encuentro.
El Compos salió decidido a sacar partido de las condiciones, que no favorecían al habitual juego combinativo del Oviedo. Los pupilos de Iñaki Alonso comenzaron mandando, aunque sin conseguir llevar peligro a la portería de Esteban. Un disparo muy desviado de Marcos Rodríguez fue lo único reseñable en los primeros minutos.
Con poco fútbol, el Oviedo empezó a entrar en calor tras un cuarto de hora de juego, dominó y creó peligro con el veloz Sergio García, muy activo en la banda izquierda. Los asturianos no tardaron en encontrar premio porque en el minuto 22 Susaeta puso una falta en el área, Jonathan Vila peinó el balón y el esférico se terminó colando en la portería defendida por Marqueta tras tocar en el poste.
El Compostela acusó el golpe y los asturianos se fueron el busca del 2-0, que rozó Susaeta en una falta que se marchó alta por poco. Los santiagueses fueron reaccionando camino del descanso, si bien apenas pudieron acercarse a la portería contraria con faltas laterales. En una de ellas, Moya, muy forzado, remató fuera.
La segunda parte comenzó con susto para el Compos, pues Linares, el pichichi de Segunda B, se escurrió en el área cuando ya se quedaba solo ante Marqueta. Pero a partir de ahí los pupilos de Iñaki Alonso tomaron el control y empezaron a achuchar en busca del empate. Era difícil crear ocasiones porque el césped cada vez estaba peor y el agua frenaba muchas conducciones. Los compostelanistas lograban encerrar cada vez más a los oviedistas. La gran ocasión para hacer el empate llegó en el minuto 68 a la salida de un córner, con un remate de Portela que Esteban atajó con la ayuda del barro.
El cansancio
El Compostela fue acusando el cansancio y el Oviedo estuvo a punto de sentenciar en un contraataque culminado con Eneko, que absolutamente solo ante Marqueta remató alto. El guardameta evitaría posteriormente el 2-0 en un mano a mano con Señé, ya en el descuento, en el que los santiagueses terminarían muriendo en el área rival, pero no encontraron el gol en la falta y el córner con los que concluyó el partido, con el meta gallego Marqueta subiendo incluso a rematar.