Rosmamos, que no es poco

Miguel Gómez

DEPORTES

26 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Me encanta el chiste (yo lo elevaría a categoría de fábula) del escorpión que convence a una rana para que le cruce el lago: «Si te picase moriría ahogado» pero, a pesar de todo, termina picándola: «Lo siento, es mi naturaleza».

A falta de poder fichar jugadores Determinantes (con D mayúscula), el Obradoiro antepone el colectivo al individuo. Después, situaciones concretas provocarán que el juego colectivo haga destacar a un jugador: un cinco puro en pista permitirá generar ventajas a partir de bloqueos para Corbacho (reciba Alberto o se ataquen los desajustes creados en los bloqueos); en cambio, jugando con Nankivil y Kleber juntos, los bloqueos serán peores o facilitarán al rival defenderlos con cambio automático, pero también les obliga a defensas más abiertas que favorecen a jugadores como Pavel o Adam.

Como al escorpión, nos supera nuestra naturaleza rosmadoirista. Olvidamos pronto que el «Colectivo» lleva cuatro victorias y empezamos con los «y si»: Y si Triguero tal, y si Corbacho cual, y si Miller esto, y si... Y sí (Essie) Hollis era un fenómeno, pero está retirado.