Una monfortina de adopción

luis conde MONFORTE / LA VOZ

DEPORTES

Verónica Contreras recibe una placa de su pareja y presidente de A Pinguela, Mareque.
Verónica Contreras recibe una placa de su pareja y presidente de A Pinguela, Mareque. roi fernández< / span>

20 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La deportista Verónica Contreras se ha convertido en una monfortina más. La colocadora peruana llegó hace diez años al equipo de A Pinguela, en el que estuvo cinco temporadas en una primera etapa, y al que regresó en una segunda para echar una mano a la entidad que preside su marido, José Ramón Martínez Mareque. La ya exjugadora marcó una época, puesto que se convirtió en una de las mejores colocadoras de la liga española. Su presencia en el equipo monfortino fue determinante en los éxitos que campaña tras campaña fue consiguiendo en la élite del voleibol español.

En ese tiempo, el flechazo surgió entre la deportista y el presidente, y de esa relación nació el pequeño Xaquín. Aunque volvió en dos ocasiones a Perú para ayudar a los equipos del Universidad Vallejo y Deportivo Géminis, la exjugadora se asentó definitivamente en la ciudad del Cabe. «Me considero una monfortina de adopción, porque aquí formado una familia, además de ejercer como entrenadora de voleibol, que es lo que más me gusta. Esta ciudad es muy acogedora, y resulta muy fácil adaptarse», comenta Verónica Contreras, que posee la doble nacionalidad.

CV Ribeira Sacra

Desde este verano, la deportista forma parte del proyecto del CV Ribeira Sacra Monforte. Entrena a las infantiles, y compagina esta responsabilidad con la de dirigir a las benjamines de los Escolapios. «Es apasionante poder transmitir tus conocimientos a las niñas que empiezan en este deporte. Mi objetivo es que aprendan y al mismo tiempo disfruten», señala Contreras.

Sus deportistas disfrutan de las enseñanzas de su entrenadora, a la que agradecen sus exigencias a la hora de trabajar en los entrenamientos. «Mi prioridad es la formación integral de mis niñas por encima de los resultados. La competición viene después. Lo que nos distingue de otros proyectos es que en mi caso trato de inculcarles un sistema innovador, que consiste en que puedan ir jugando como las mayores», dice Contreras, que entiende que eso lleva tiempo.

El nacimiento del nuevo proyecto en el voleibol monfortino ha generado una gran ilusión entre los aficionados locales. A la pregunta de si esto desembocará en una fórmula similar a la que llevó al equipo de A Pinguela a la élite, Contreras se muestra bastante prudente. «A corto plazo no lo veo, sobre todo por la situación económica que estamos atravesando. Quizás en unos años puede ser, pero todo dependerá de si esta directiva tendrá continuidad y abarcará algo más que la cantera», señala Contreras.

La excolocadora de A Pinguela ratifica las palabras que en muchas ocasiones ha pronunciado Manolo Martínez sobre las limitaciones que supone que Monforte no sea ciudad universitaria para poder disponer de un equipo en la élite. «Estamos hablando de edades complicadas, en las que las niñas van a la universidad, y por eso son más reticentes a venir a Monforte», añade.

Sobre la posibilidad de poder entrenar algún día al Ribeira Sacra en la élite en caso de que regrese a la Superliga Española, Contreras dice: «Sería bonito, pero todavía estoy empezando», concluye.