Isaac Cuenca: «No creo que me sobre un regate, lo cierto es que pienso que me faltan dos»

Guardiola le dio la oportunidad de jugar la Champions con solo 19 años, pero una grave lesión truncó su progresión. Tras recuperarse se fue cedido al Ajax, pero de nuevo el infortunio se cruzó en su camino, otra vez en forma de lesión. Después de dos temporadas prácticamente en blanco, Isaac Cuenca (Reus, abril de 1991) trata de reencontrarse con su fútbol en Riazor. Capaz de levantar al público de sus asientos con sus regates descarados, en ocasiones enerva a los más pacientes por su querencia excesiva a la conducción. Pero es su fútbol y así lo defiende.

-La suplencia en Córdoba y el parón se han traducido en tres semanas sin fútbol para usted. ¿Cómo las ha llevado? ¿Fue duro ser suplente en El Nuevo Arcángel?

-Estoy mucho mejor de las molestias del isquiotibial. Totalmente recuperado y contento. Con muchas ganas de volver a jugar. Ilusionado. En Córdoba no jugué porque coincidió que estaba tocado. Fue duro, pero sabiendo que arrastraba molestias, te das cuenta que es lógico.

-¿No cree que fue un toque de atención del entrenador?

-Para nada. El día del partidillo de entrenamiento salí del campo antes que el resto con molestias. No estaba fino y sabía que podía pasar esto, pero por los problemas que tenía.

-Vamos, que en perfectas condiciones físicas y anímicas.

-Uno siempre cree que puede estar mejor, pero me encuentro contento. Por el resto, han pasado unas semanas para pensar más fríamente en todo y tener otra perspectiva que cuando estás en el apogeo de la competición no la tienes. A ver qué pasa este sábado, si nos da más positividad el partido o nos invita a seguir reflexionando.

-¿Y esa reflexión a qué conclusiones le lleva, tanto en el aspecto individual como en el colectivo?

-La visión individual ya la tenía. Me salieron un par de partidos peores de lo habitual, pero tampoco estaba al cien por cien. Jugaba infiltrado y, aunque yo soy el primero que me exijo, pues también hay que tenerlo en cuenta. En lo colectivo, a seguir mejorando todos juntos como equipo, como grupo, y a tirar para delante esta situación.

-La afición tenía una imagen del Cuenca que jugaba en el Barça, que no está viendo aquí. ¿Cree que se debe a los dos años de inactividad?

-No se puede comparar el Barça con el Dépor, tampoco mi futbol de antes con el de ahora, porque es totalmente diferente: el juego, los futbolistas... Física y psicológicamente soy muchísimo mejor jugador que con 19 años. Pero de actuar en el Barça a hacerlo aquí es un cambio enorme y es normal que no se pueda hacer lo mismo. A cualquier canterano del Madrid o del conjunto azulgrana le costaría más todo. No se verían las mismas jugadas.

-Pero entiende que no es lo que la gente esperaba de usted.

-No sé lo que la gente espera de mí. Intento estar a mi máximo nivel. He jugado un mes infiltrado. Entiendo que se tenga muy presente lo que ha sucedido en el último mes, pero si usted me hubiera hecho esta entrevista antes, cuando tras jugar poco marqué dos goles, pues las preguntas seguro que habrían sido otras. Me las hace ahora, tras un mes un poco chungo y por eso tiene la perspectiva solo de lo último. Es el fútbol.

-En el fútbol cuesta recordar más allá del último partido.

-Cierto. Así es el fútbol, evidentemente. Si con Zidane se quedaron con el cabezazo, conmigo es lógico que se queden con mi último mes. Pero creo justo reivindicar lo hecho con anterioridad.

-En el último partido de Riazor la afición le pitó.

-No gusta, pero no me lo tomé como algo personal. Creo que cualquiera que hubiera sido el sustituido en ese momento hubiera sido pitado. Además, al final también hubo abucheos para el equipo. Así y todo, admito que estuve de pena.

-¿En qué cree que debe mejorar? ¿Quizá le sobra un regate?

-No creo que me sobre un regate, lo cierto es que pienso que me faltan dos. Tengo que ser un jugador atrevido y regatear. Es mi juego. Tengo que aprovechar mis virtudes. Si me salen tres regates, pues dejo a tres defensas atrás y ¿no cree que sería mejor? Lo que me falta quizá es recibir un poco más en labores de ataque.

-¿Asociarse más?

-No. Que lleguemos un poco más arriba, que el fútbol sea más de ataque. Antes me preguntaba por la diferencia y esta se encuentra también en que en el Barça recibía a tres metros del área y aquí, en los últimos partidos, a tres metros del medio del campo. No hay que ser un lince para ver que no es lo mismo. Y también, insisto, el juego es diferente, porque allí había otros futbolistas, entre ellos un chico que tiene cuatro balones de oro. (Se ríe)

-¿Prefiere actuar por la derecha o por la izquierda?

-Sinceramente, me da igual.

-¿Y por el medio?

-Pues también me encuentro muy a gusto.

-¿Incluso sin un referente arriba?

-También. Supongo que podemos hacer daño. Crear ocasiones. Si recibes en el medio puedes regatear y pegar, tienes más visión a portería. Con un recorte le puedes pegar. Incluso recibir más arriba, que también es bueno para un jugador como yo.

-¿Y por el medio?

-La verdad es que me encantaría. ¿Por qué no?

-¿Cómo ve al equipo? Aunque sea pronto, contra la Real, otra final.

-Sí, queda mucho pero en casa hay que ganar todo, como sea. Al equipo lo veo bien. Estamos aún creciendo. Ves a otros equipos que y te das cuenta de que han tocado techo. Nosotros no.

«Me salieron un par de partidos malos, pero tampoco estaba al cien por cien. Jugué infiltrado»

isaac cuenca extremo del deportivo

«En el Barça recibía a 3 metros del área y aquí, en los últimos encuentros, a 3 del medio del campo»

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