Afirma que los jugadores del Guijuelo se hincharon a dar palos y que él vio la amarilla por adelantar 20 centímetros el balón en una falta
17 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El capitán racinguista, Pablo Rey, estaba especialmente enfadado por todo lo sucedido en el choque disputado en Guijuelo: «El partido se lo cargó el árbitro. Nosotros comenzamos bien, haciendo todo lo que nos había pedido el entrenador. Logramos ponernos por delante en el marcador, aunque llegó la expulsión de Diego Vela, una acción que no entiendo ya que ellos se estaban hinchando a dar palos y a protestar. Es más, a Vela incluso le escupen. Con la expulsión se acabó el partido, ya que en este campo aguantar con uno menos es algo casi imposible».
Sobre lo que sucedió en la segunda mitad indicó que el Guijuelo es un buen equipo: «Nosotros intentamos meternos atrás para aguantar el resultado o en el peor de los casos llevarnos un empate pero no pudo ser».
Pablo Rey abrió el marcador con un gol que adelantaba a los racinguistas cuando solo se habían disputado cuatro minutos. Fue una especie de centro chut, aunque el ferrolano asegura que tiró a gol, que no fue un centro: «Tiré, quería tirar, aunque sí que es cierto que otro gol así es probable que no lo vuelva a marcar en muchos años. Sin embargo, aunque fue un gran gol, me deja un sabor agridulce ya que no ha servido para nada», indica.
Tras perder en Guijuelo el equipo salmantino vuelve a escaparse a siete puntos: «Queda mucha liga por delante -asegura Pablo Rey- y ellos tendrán que pasar por A Malata. Estaba claro que haber ganado en Guijuelo nos habría permitido dar un paso de gigante».
El capitán racinguista también habló del Guijuelo: «Son un buen equipo y agresivos, aunque insisto en que el partido se lo cargó el árbitro».
El ferrolano también se lamenta por la tarjeta que le mostró el árbitro del encuentro: «Estábamos sufriendo unas patadas increíbles por parte de los jugadores del Guijuelo y el árbitro me mostró una amarilla por no poner bien el balón en el saque de una falta. En el campo había un pequeño hueco y yo lo único que hice fue moverlo 20 centímetros para situarlo en un montículo. El entrenador de ellos no estuvo bien en esta jugada, ya que se volvió loco para que me sacasen la tarjeta. Creo que fue un gesto un poco antideportivo por su parte», indica.
Pablo asegura que el partido de Guijuelo ya pasó, reconoce que se escapó una buena oportunidad de asentarse en la zona alta de la clasificación y destaca que a partir del lunes el Racing ya tiene que comenzar a pensar en el partido disputar en A Malata frente al Valladolid B: «Lo de Guijuelo ya pasó, hay que centrarse ya en el Valladolid B e intentar ganar el encuentro», indica.
Con cuatro goles, Pablo Rey es el máximo goleador del equipo racinguista.