La estrella del Club Xadrez Fontecarmoa arriesgó en su última partida en Batumi en busca del título del Europeo Sub-16, pagando su valentía desterrada del podio
29 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Noveno mejor jugador de Europa Sub-16, y acaso del mundo entero. Eso es lo que es el sanxenxino del Club Xadrez Fontecarmoa Julio Suárez con la clasificación de la gran cita continental en la mano, completada ayer en la ciudad georgiana de Batumi tras la disputa de la novena ronda del programa. Una última partida que midió al proyecto de mejor jugador gallego de ajedrez de la historia con el polaco Mikolaj Tomczak en la mesa 3 y blancas en sus manos. Julio apostó por apurar sus escasas opciones de título tras su error monumental el día anterior con el a la postre campeón, el Maestro Internacional turco Cemil Can Ali Marandi, y pagó su valentía con una segunda derrota que lo privó de un podio que tenía prácticamente asegurado de limitarse a nadar y guardar la ropa.
Suárez apostó por una partida larga, de desgaste, que su oponente y tres horas y media después bronce europeo aceptó con una estrategia de espera que le dio excelentes frutos. Tras intentar variar el planteamiento de la partida ya bien avanzada esta ofreciendo un tablero más abierto, a lo que Tomczak se negó, Julio acabó como empezó. Llevando la iniciativa cuando tocó resolver el choque, animado al ver que la evolución de las mesas contiguas apuntaba a la complicidad de los terceros resultados con sus intereses en la clasificación final. Pero en un desenlace completamente abierto, en el que no habría topado inconveniente para alcanzar el medio punto de unas tablas, el arousano puso toda la carne en el asador, y le salió mal, con el polaco decidido a no arriesgar ni un ápice.
Colíder durante las seis primeras jornadas del Europeo Sub-16, primer clasificado en solitario en la séptima, Julio Suárez dista mucho de haber cerrado de forma decepcionante su actuación en Batumi. Tras seis años consecutivos participando en campeonatos continentales y del mundo, la estrella del C.X. Fontecarmoa alcanza su primer top ten a este nivel. Y en Georgia lo hace, además, como el mejor jugador no nacido en el este europeo, donde el ajedrez es casi una religión, y habiendo perdido tan solo con el campeón, todo un Maestro Internacional, y con el ganador del bronce.