Avanza a ritmo de ascenso pese a haber jugado solo un partido en su campo de A Veiga, en obras. «Nos va bien, pero queremos volver a casa», apunta su técnico
29 oct 2014 . Actualizado a las 09:30 h.Al ritmo que lleva, el Club Deportivo San Ciprián culminaría el año de su retorno a Primera Autonómica con 73 puntos, algunos menos de los que presentó el último campeón -el Atlético Escairón (80)-, y más de los que le hicieron falta a la Sarriana el curso pasado para ascender a Preferente (68). Su trayectoria sorprende más allá de su condición de debutante. Se trata además de un equipo exiliado. Desde la segunda jornada, cuando derrotaron por 3-1 al Bóveda, Chusky y sus muchachos no han vuelto a pisar su campo de A Veiga, donde se están acometiendo importantes obras de mejora entre las que destaca la colocación de un césped sintético. A Bidueira, en Cervo, es su fortín de manera temporal.
Aunque el exilio no es un obstáculo, al menos deportivamente, la plantilla tiene ganas de regresar a sus orígenes, y así lo hizo saber su técnico. «De momento nos va bien, pero queremos volver a casa», apunta Chusky, uno de los principales culpables del extraordinario rendimiento del San Ciprián. «Según el Concello, en diciembre podremos jugar de nuevo en A Veiga», añadió.
Cautela en el banquillo
El debate sobre las posibilidades de este equipo de dar el salto a Preferente ya está en la calle y algún entrenador de la categoría intuye que «acabará como mínimo entre los cuatro primeros». Chusky hace oídos sordos a los pronósticos. Insiste en que «esto acaba de empezar» y recomienda cautela. Sobre todo a sus hombres. «Caer en la euforia sería un error gravísimo. No podemos olvidar de dónde venimos, hay que seguir con los pies en el suelo», advirtió.
Después de cuatro victorias consecutivas durante el mes de octubre, al CD San Ciprián le toca viajar este fin de semana al campo de un Taboada que es octavo en la tabla y acumula tres jornadas sin ganar.