Un triunfo para seguir creciendo

Aleixandre Méndez
Álex Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Mouriño, con el balón entre tres rivales observado por Carnero, Jorge Rodríguez y Benja.
Mouriño, con el balón entre tres rivales observado por Carnero, Jorge Rodríguez y Benja. Ramón Leiro< / span>

El nuevo Pontevedra de Luisito dejó destellos del estilo que quiere implantar el técnico, aunque demostró que aún tiene un largo camino por delante

28 oct 2014 . Actualizado a las 10:43 h.

Luisito inició el pasado domingo su andadura al frente del Pontevedra con buen pie, logrando una agónica victoria ante el Boiro con un gol de Cardeñosa en propia meta en el minuto 93 que le permitirá seguir implantando su ideario con menos de urgencias en lo que a la tabla se refiere. No en vano, el equipo granate enlazó en ese encuentro su cuarta jornada sin perder, contando los dos últimos empates con Manu Fernández en el banquillo y el triunfo en el campo del Cultural Areas con Milo Abelleira al frente, situándose en la quinta plaza con 17 puntos, a solo uno de los puestos de play off y a cinco del liderato. Fue un partido que dejó algunos detalles del nuevo estilo que pretende instaurar el técnico, aunque a la vez evidenció que el Pontevedra todavía deberá mejorar notablemente si aspira a pelear por el primer puesto.

Intensidad y carácter

Más velocidad y verticalidad. El Pontevedra cumplió con el guion previsto por la llegada de un nuevo entrenador, y más teniendo en cuenta la exigencia que ha marcado como pilar Luisito desde que asumió el banquillo. Los granates salieron a morder desde el inicio, y más allá de las imprecisiones que le impidieron trenzar un fútbol vistoso, se afanaron por recuperar el balón tras cada pérdida. Además, el equipo mostró una mayor verticalidad buscando salir rápido al contragolpe, aunque solo pudo hacerlo en contadas ocasiones debido a que el Boiro optó por una defensa muy retrasada.

Veteranía en la zaga

Pablo, el sacrificado. El primer once de Luisito dejó como primera sorpresa la ausencia de Pablo en el centro de la defensa, después de haber sido uno de los jugadores con más minutos disputados en lo que va de temporada. En su lugar, el técnico dio su confianza a dos jugadores que ya tuvo a sus órdenes anteriormente, Capi y Campillo, con los dos laterales puros ocupando los costados, Feito y Adrián. Una retaguardia que ganó en veteranía y que cumplió con su cometido de no hacer apenas concesiones al rival.

Alternativas en el centro

Un ancla y tres piezas con movilidad. Luisito apostó por una línea de cuatro en el centro en la que Kevin Presa actuó como único pivote defensivo, relegando a Pedro García al banquillo, y con Anxo, Mouriño y Jacobo por delante intercambiando constantemente sus posiciones. La apuesta no dio el resultado esperado en el primer tiempo, y el técnico la modificó apostando por otro hombre de ataque como Benja en el lugar de Anxo, logrando que el equipo tuviese más llegada en ese período.

Dos puntas

Una dupla atacante con distintas responsabilidades. El nuevo técnico granate dio continuidad a la pareja formada por Carnero y Jorge Rodríguez en ataque, aunque otorgándole responsabilidades diferentes. El primero se ocupó más de bajar a recibir y de disputar los balones aéreos, mientras que el cántabro ejerció de hombre de área. Además, tras la entrada de Benja, Carnero cayó más a las bandas, desde donde también creó problemas a una zaga visitante que se vio obligado a jugar muy cerca de su propia portería por la acumulación de hombres de ataque por parte del Pontevedra.