El Compos buscará en Langreo su tercera victoria consecutiva

M.G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Vuelve Portela, recuperado del fuerte golpe en un pie que lo apartó del grupo las dos últimas jornadas

26 oct 2014 . Actualizado a las 10:21 h.

El Compostela visita este mediodía al Langreo en busca de un objetivo que se le resistió la temporada pasada: encadenar tres victorias consecutivas. Es la primera vez que se le pone a tiro el registro, después de los triunfos logrados en Luanco, ante el Marino, y en San Lázaro, frente al Lealtad.

Iñaki Alonso no oculta que al Compos le está costando encontrar su fútbol. Salvo en el primer partido, ante el Burgos, que le salió redondo, se ha comportado como los ciclistas que no se descuelgan del pelotón a golpe de riñón, apretando los dientes.

Coger vuelo

El técnico es de los que prefiere ver la botella medio llena, porque «el equipo ya transmite cosas», si bien reconoce que tiene que «jugar mejor» y ser «más fiable». Pero considera que está en el buen camino y apela a la valentía, a dar un golpe de autoridad. Langreo puede ser la pista de despegue para coger vuelo.

Alonso recuerda el arranque de la segunda mitad en Luanco. Allí el Compostela salió con más determinación, se adueño del primer cuarto de hora y se puso por delante en el marcador. Esa determinación es la que pide para este mediodía.

El colectivo realizó ayer un último entrenamiento en San Lázaro, antes de partir de viaje. Y a la conclusión el técnico facilitó una convocatoria en la que hay sorpresas. Vuelve Portela, recuperado del fuerte golpe en un pie que lo apartó del grupo las dos últimas jornadas. Y se cae de la lista Josu, habitual inquilino del lateral derecho. Tampoco viajó Iván Moya, un medio centro de corte defensivo por el que apostó como titular en campos como A Malata y Miramar.

Los dos equipos encaran la jornada igualados en la tabla clasificatoria, con trece puntos. Les espera un choque para tomar impulso hacia la zona noble, volver a sentir el aliento de los que luchan por no caer o, en caso de empate, seguir en tierra de nadie.