El Xuven-Peixe arrancará el sábado con un 5-11 para los visitantes

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

DEPORTES

MONICA IRAGO

El cuadro cambadés perdió sus dos duelos de Liga con Marín en la LEB Plata

16 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Un Xuven-Marín Peixe Galego como el de este sábado en el Pabellón de O Pombal (20 horas) cuenta con todos los alicientes que pueda desear el buen aficionado al baloncesto. A la condición de derbi entre dos rivales separados por poco más de 20 kilómetros se unen multitud de ganchos, como la hegemonía pontevedresa en el deporte de la canasta en juego, la igualdad con la que uno y otro equipos llegan a su tempranero choque -1 victoria y 1 derrota por bando en la presente Liga-, o el confrontar dos plantillas profundamente renovadas. Todos ellos factores que engordan el sano regusto de dos aficiones por una cita en la que el cuadro arousano parte con una amplia desventaja cuando se habla de su historia en común con el Peixe.

Con un 5-11 en contra saldrá este sábado el Xuven. Cinco victorias propias por las once cosechadas por Marín desde que en la temporada 2000/2001 ambos vecinos iniciaron en la Liga EBA su relación oficial en competiciones bajo el paraguas de la Federación Española de Baloncesto. Una desigualdad que el conjunto amarillo comenzaba a corregir en las tres últimas campañas en la EBA, con cuatro triunfos cambadeses por tan solo dos de su adversario, y que repuntó con el salto al unísono de los vecinos a la LEB Plata. El Xuven, como flamante campeón absoluto de la EBA, en un ejercicio en el que superó con claridad al Peixe en sus dos duelos: 61-85 y 69-52.

La LEB Plata volvió a igualar a Xuven y Marín, dos equipos unidos por un objetivo común, la mera permanencia. Una meta que el cuadro de Javi Llorente consiguió en parte con sus dos ajustadas victorias a costa de los de Yago Casal. En la primera vuelta, con empate a dos triunfos en la clasificación de partida, con un 66-65 final en A Raña en un partido marcado por la pobre actuación cambadesa en los dos cuartos de salida ante la gran defensa local, y de nefasto recuerdo para los arousanos, al perder a su MVP, Ander García, a los 2 minutos de entrar en pista por una grave y fortuita lesión ósea de la que acabó saliendo sin recuperar nunca su sobresaliente rendimiento inicial.

En la segunda vuelta el Xuven volvió a caer en la trampa defensiva planteada por Llorente. Y aunque los de Casal parecían encauzar el triunfo a falta de 6,31 con un 61-53; Marín jugó mejor sus cartas en el desenlace con un parcial de 2-8 en los 49 segundos finales.

análisis del balance de los derbis entre los dos grandes del baloncesto pontevedrés