Moncho Fernández apela a la paciencia con el jugador más inexperto del equipo
14 oct 2014 . Actualizado a las 10:46 h.Ante el Manresa, tres minutos y veinticinco segundos. En Gran Canaria, dos y dieciocho. Ese es el bagaje de Daniel Miller en las dos primeras jornadas. Si se llamase Daniel Millera y hubiese nacido en Gijón o en Alcorcón, sus números en el arranque de la Liga Endesa pasarían más inadvertidos. Pero es americano, y choca que un center de Georgia sea, hasta la fecha, el jugador con menos presencia en cancha.
Moncho Fernández se anticipó al debate el día en que fue presentado el pívot. Así hablaba sobre lo que le esperaba al joven jugador: «Tiene el cuerpo, las habilidades técnicas, la capacidad de mejora, el deseo... Pero tenemos que luchar todos contra eso de ser el nuevo tal o el nuevo cual. Y, sobre todo, contra el pasaporte, porque, culturalmente, el papel del americano... Como cuando te dicen que ganas por 40 pero el americano solo metió dos. Eso se ha muerto con los 80. Los equipos están formados por jugadores y el rol de Dani (Miller) no es el mismo que tiene Triguero, igual que el que tiene Alberto Corbacho no es el mismo que el que tiene Fran Cárdenas».
Después de disputadas dos jornadas, el Alquimista de Pontepedriña mantiene el mismo discurso: «Lo importante es el juego interior del equipo, y creemos que está bien cubierto. No es cuestión de uno, sino de cinco. Y Pavel puede ser un cuatro táctico. En el Obradoiro hay doce jugadores que pueden participar. Miller es el más joven, el más inexperto. Esperamos más de él, pero hay que darle tiempo».
Frente al Manresa, los pívots del Obradoiro Río Natura Monbus hicieron valer su dominio. Ante el Gran Canaria, Tavares impuso su capacidad de intimidación. Y el domingo viene otro de los cincos con pedigrí en la Liga Endesa, David Doblas. En su caso, el poderío le viene más del tonelaje que de la estatura.