Juan Vázquez y Enrique Soto hablan de «graves irregularidades», mientras el presidente Liñares enmarca las renuncias dentro d ela precampaña electoral
18 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El vicepresidente primero de la Federación Gallega de Fútbol (FGF) Juan Carlos Vázquez Veras, y el vocal Enrique Soto Gómez presentaron su dimisión por discrepancias con la forma de dirigir el ente federativo por parte del presidente José García Liñares, a quien acusan de «graves irregularidades» y que enmarca ambas renuncias (y la más que probable del vocal Juan Rodríguez Rodríguez) en un ambiente de precampaña electoral. Los asambleístas serán elegidos en noviembre y el presidente en diciembre. Liñares ha anunciado que se presenta a la reelección. Soto afirma que intentará dar cuerpo a una candidatura y Vázquez se da dos semanas para sopesar su postura de cara a las elecciones.
El vicepresidente y el vocal que han dimitido centran sus argumentos para la renuncia en varios puntos que Juan Vázquez califica de «graves irregularidades y aspectos de importante calado que se han planteado en junta directiva». «La organización administrativa como la ausencia de un protocolo de asesoramiento a los clubes, hasta el momento verbal, como fue el caso del Somozas, Alondras y Sanxenxo con sus alineaciones indebidas», afirma.
Soto añade que «los comités no son imparciales, están bajo la batuta de Liñares, y pongo como ejemplo un Compos-Betanzos de Liga Gallega en el que el Betanzos no viajó y no se le sancionó».
Ambos refieren en su descontento a la gestión de las denuncias ante la AFE por impago al Dorneda, Betanzos y Cerceda. «Dicen que la FGF no adelantó dinero a AFE, pero sabemos por boca de ellos que pusieron a la FGF por delante como que al final se haría responsable», dice Soto. «Siempre son estos clubes los que están metidos en esos problemas, y todos sabemos de su vínculo con la cúpula federativa. Te hacen dudar de todo», añade Juan Vázquez. Ambos reclaman «transparencia y la modernización que proponía Liñares a su llegada».
Por su parte, el presidente de la FGF asegura que solo en la última junta directiva se plantearon tales discrepancias e insiste en que las decisiones de los dimisionarios están condicionadas a la proximidad de los comicios. «Si las elecciones fuesen en junio, las dimisiones serían en abril. Éticamente deberían haberse ido antes de convocar a urnas. Me siento engañado. No hay conflictividad en el fútbol gallego», asegura antes de rebatir los puntos críticos.
«En cuanto a las consultas en el caso de las alineaciones indebidas, no hubo llamadas ni del Somozas ni del Sanxenxo. Pero en determinados casos, quien decide es la RFEF y a ella es a quien deben dirigir las consultas», explica.
«En cuanto a las sanciones a clubes y otra en la que varios jugadores del Cerceda cumplieron la suya en los ocho minutos aplazados ante el Somozas por la muerte de Candocia, tengo que decir que en un caso fue ratificada por la RFEF y en otros, serán los comités los responsables de la sanción errónea, no la directiva», añade.
Para concluir, las denuncias por impagos ante la AFE. «El Dorneda tenía ingresos por la LFP y los pagos de TVG a la Asociación de Clubes y ordenó a la federación que se consignasen a la AFE; el Cerceda ingresó 6.000 euros en la cuenta de la federación con el mismo propósito y el Betanzos ya tenía el dinero en la cuenta federativa e incluso quedó con saldo a favor. No salió un solo euro de la FGF», concluye.