Los vigilantes de la Vuelta

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

SANDRA ALONSO

La Guardia Civil garantizó la seguridad de cada una de las etapas de la carrera

15 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«No se deja nada al azar. Damos protección directa al pelotón desde que arranca hasta que llega a la línea de meta». El teniente Miguel Soldán, natural de Malpica, cierra un ciclo de tres años como responsable de comunicación de la Vuelta Ciclista a España y uno de los responsables de la organización de la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial que la Guardia Civil crea especialmente para dar cobertura a los ciclistas. Son 128 guardias civiles, entre especialistas de la Agrupación de Tráfico, de la Unidad de Reserva y Seguridad y de la patrulla aérea. Es el otro pelotón, el que abre camino y evita que se produzcan incidentes para garantizar que los únicos protagonistas sean los ciclistas.

El dispositivo de vigilancia de la Vuelta se prepara cada mañana. Pero el trabajo de este equipo de especialistas empieza mucho antes, cuando los responsables de la unidad que trabajará en la carrera seleccionan a los agentes que formarán parte del dispositivo. «Hay que ser muy bueno», explica Soldán. La selección de los 58 motoristas de Tráfico es muy exigente. «Tienen que dominar la moto en situaciones difíciles y demostrar gran destreza. Tienen que ser muy buenos motoristas», añade el teniente, que acompaña en el mando del equipo de seguridad al comandante Jorge Correas, también gallego, como otros 19 componentes de este grupo especializado.

Antes de la salida de cada etapa los mandos de la unidad realizan junto a los responsables de la Vuelta un último repaso al recorrido del día para prevenir cualquier imprevisto que pueda llegar a alterar la etapa. Todo tiene que estar controlado, explica el teniente Soldán, porque no puede haber ningún obstáculo en la carretera: «Hay puertos de montaña en los que los ciclistas bajan a 90 por hora. Y ahí no puede fallar nada». En esos descensos es donde los motoristas de la Guardia Civil demuestran su habilidad, en ocasiones con riesgo para su vida, como le sucedió al agente Eusebio García Flores, que murió la pasada semana al salirse de la carretera con su moto durante un descenso. Sus compañeros lo homenajearon ayer con una misa en la catedral, y los corredores de la Vuelta donaron los premios obtenidos en la etapa en la que se produjo el accidente. «Somos una gran familia», recuerda el teniente, y «los ciclistas valoran mucho nuestra labor. Somos su protección durante toda la carrera».

El paso de cada etapa lo abren con antelación de unos diez minutos los motoristas con bandera amarilla. Ellos sacan los coches de la carretera. Los apartan. Y señalizan rotondas y blindan cruces. Nadie puede interferir el paso del pelotón, que encabezan las motos con la bandera roja, que marcan el camino a los escapados para dar paso a toda la caravana multicolor. La bandera verde indica que la Vuelta ha pasado. Hasta el año que viene.

«Somos una gran familia. Los ciclistas valoran mucho nuestro trabajo»