Entrenador y jugadores cambiaron impresiones antes del entrenamiento para intentar evitar que se repita el mal inicio de partido del domingo
09 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Pontevedra volvió ayer al trabajo tras la derrota de Ribadeo con una sesión de recuperación que bien se podría calificar como una jornada de reflexión. La plantilla granate trabajó en A Xunqueira a ritmo suave, aunque antes de esto, jugadores y técnico se reunieron unos minutos para valorar qué había sucedido en el encuentro del domingo.
Tras el entrenamiento, el técnico granate se limitó a señalar que habían analizado el partido «incidiendo en lo que pasó en la primera parte». De todos modos, no quiso profundizar en la cuestión, añadiendo que «hemos intentado buscar los motivos» que llevaron al equipo a encajar tres goles en 26 minutos. Además, hizo hincapié en que «las derrotas tienen que servir» para sacar conclusiones que permitan al grupo mejorar de cara al futuro.
Kevin Presa y Capi, tocados
En cuanto al estado físico de la plantilla, Tubo sigue pendiente de nuevas pruebas para conocer el alcance real de su lesión lumbar, mientras que Tomás evoluciona bien de su esguince y Carnero sigue con su plan específico para coger ritmo tras superar sus molestias musculares. Por su parte, Kevin Presa, que sufrió un golpe en el costado, y Capi, con ampollas en un pie, se sumaron a la lista de tocados, aunque en principio su estado no preocupa.