El Celta se pasea por Ribadumia

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo RIBADUMIA / LA VOZ

DEPORTES

MONICA IRAGO

El conjunto celeste remontó y goleó al Sporting de Braga a pesar de jugar en inferioridad numérica desde el minuto 18 por la expulsión de Cabral

06 sep 2014 . Actualizado a las 03:20 h.

El Celta no se toma con relajación ni los amistosos entre temporada. Ayer, ante el Sporting de Braga, los de Eduardo Berizzo se dedicaron a exhibir la definición que habían echado en falta en Córdoba, y acabaron endosando una goleada a un Sporting de Braga que fue poco más que un esparrin para los vigueses, a pesar de jugar con un hombre más desde el minuto 18.

Berizzo sorprendió con su alineación. A falta de interiores, decidió sacar a toda la artillería, colocando sobre el campo a Larrivey y Charles en una dupla ofensiva inédita. Sin embargo, los planes de Berizzo de probar con los dos delanteros se fueron al traste demasiado pronto. Gustavo Cabral se reencontró con la tarjeta roja al derribar a un rival cuando encaraba portería, y el Sporting no erró a la hora de ejecutar el consiguiente el penalti. Mientras las campanas de la iglesia de Ribadumia repicaban lánguidamente, Alan adelantaba a los lusos. Aunque su ventaja fue vista y no vista.

Berizzo decidió que Fontás podía apañárselas como único central, y el equipo continuó volcándose con la portería de Matheus, con la que ya habían flirteado Nolito y Santi Mina en los primeros minutos. Fue el gaditano el que se encargó de empatar el duelo al ejecutar a la perfección una falta desde el costado izquierdo. Gol, y ovación para él.

Con el partido empatado, el banquillo consideró apropiado recolocar las piezas, y Costas entró en sustitución de Larrivey, aunque sacrificar al delantero no restó ni un ápice las señas de identidad célticas, con la presión y la intensidad como líneas maestras. Llegó entonces el penalti sobre Mina que Nolito se encargó de convertir, y antes del descanso Hugo Mallo tuvo tiempo para dar a Mina una perfecta asistencia que el canterano remató bajo los palos.

Todo el pescado estaba vendido, y por si quedaba alguna duda, en el 62 Nolito deleitaba adentrándose en el área rival y centrando para un Charles que, tras estrellar primero el esférico en el poste, no dejó escapar el rechace y fulminó el 4-1. A partir de ahí, y con un Celta impregnado por la juventud de los futbolistas del filial, el partido fue languideciendo hasta desembocar en el pitido final y en una avalancha de niños ávidos de autógrafos.

CELTA: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Samu (Pablo Crespo, min.46), Borja Fernández, Pablo Hernández (Brais min.80), Santo Mina, Nolito (Pucheta, min.67), Charles (Pape, min.75) y Larrivey (Costas, min.30).

SPORTING DE BRAGA: Matheus (Kritciuk, min.63), Sasso (Pedro Santos, min.57), Tiago Gomes, Boly (André Pinto, min.63), Salvador, Luiz Carlos, Sami, Baiano (Didi, min.70), Custodio (Santos, min.57), Alan y Pardo.

Goles: 0-1, min.22: Alan, de penalti; 1.1, min.29: Nolito; 2-1, min.33: Nolito, de penalti; 3-1, min.39: Santi Mina; 4-1, min.62: Charles.

Árbirtro: Óscar López Rodríguez, de Pontevedra. Expulsó con roja directa a Cabral (min.18) y amonestó a Larrivey, Nolito, Costas, Sami.

Incidencias: Encuentro disputado en el campo de Ribadumia ante unos 2.000 espectadores que sirvió para inaugurar las obras de remodelación del estadio.