España consuma su venganza

Manuel Blanco GRANADA / ENVIADO ESPECIAL

DEPORTES

Jorge Zapata

La selección apaliza a la poderosa Francia con una exhibición de juego total

04 sep 2014 . Actualizado a las 02:22 h.

España se tomó ayer cumplida revancha de lo ocurrido el año pasado en las semifinales del Europeo y aniquiló a Francia. La selección es, junto a Estados Unidos, el rival a batir en este Mundial. Por el momento no hay quien le tosa: aguerrida en defensa e intratable en ataque. En pura lógica, hoy pasará como primera de grupo pase lo que pase ante Serbia.

Al igual que en duelos anteriores, saltó al parqué concentrada. El primer cuarto fue un monólogo de Ricky Rubio. El base de los Wolves, con 23 años, ha sido ya cien veces internacional y se ha hecho con el timón de mando de este equipo pese a que a su lado tiene a Calderón y Sergio Rodríguez. En los tres primeros partidos mostró maneras, pero ayer protagonizó un monólogo en el inicio. Omnipresente en ataque y defensa, se fue al banquillo con cuatro puntos, cinco asistencias y tres robos. Un tercio del triple doble en ocho minutos. Magistral.

España estaba lanzada y logró ocho de renta (11-3). A la vista del vendaval, Collet movió ficha. Sentó a Heurtel y dio entrada a Diot para frenar la sangría. El base del Estrasburgo ya le amargó a España las semifinales del Europeo del año pasado. Ayer volvió a hacer de las suyas. Serenó el juego del equipo, anotó siete tantos y Francia sorteó la tormenta que se avecinaba. Un sensacional triple de Navarro con menos de un segundo en el marcador selló el primer parcial: 22-19.

Dos más de La Bomba y Marc Gasol en los dos primeros ataques del segundo cuarto lanzaban de nuevo a España. Jackson se sumó al festival anotador en la siguiente jugada y contuvo el estirón con otro triple. Francia no tendrá a Parker, pero es la campeona de Europa, tiene orgullo y muchos jugadores de calidad. En defensa, además, parecen una manada de búfalos porque físicamente son superdotados. Aprietan las líneas muy arriba y sin desfallecer.

Orenga se inventó entonces un juego exterior con tres bases: el Chacho, Calderón y Llull. La receta no funcionó demasiado bien en individual, y sí algo mejor con el cambio a zona. España consolidó a partir de ese momento la delantera gracias al acierto exterior y al de siempre. Pau Gasol no ha encontrado aún quien le defienda en este Mundial. Probablemente solo los norteamericanos Faried y Davis puedan hacerlo. En veinte minutos, sumaba ya 14 puntos y cuatro rebotes. Otro día más en el trabajo. Al descanso, la selección se fue con la máxima del partido: 44-34.

España volvió de vestuarios con el motor en sexta. Atornilló a los galos con una presión asfixiante y se anotó un parcial de ocho cero, seis de ellos en contraataque. En plena fiesta de los de Orenga, le señalaron una técnica a Marc por protestar una acción de Gelabale en el rebote. Los galos reparten mucho y de esa forma logran que los árbitros les pitan la mitad de faltas que cometen (una ley no escrita del básket).

En ataque, los de Collet le buscaron las cosquillas a su rival con los exteriores al poste. La escuadra española sufre con los aleros altos y Gelabale y Batum hicieron daño. España respondió al envite con el tridente pata negra que tiene en la zona. Los Gasol sumaban 15 puntos cada uno, por seis de Serge Ibaka. El partido seguía en sus manos: 65-50 al término del tercer cuarto.

La defensa marca el camino del éxito de esta selección. Si funciona, las opciones de victoria se multiplican porque en la ofensiva, los recursos son casi infinitos. Ayer, atrás, los de Orenga tuvieron momentos soberbios. Como al principio del último cuarto. Los exteriores salieron muy enchufados y Marc e Ibaka le echaron el candado a la pintura. Cada vez que un jugador francés se acercaba por sus dominios, se le hacía de noche. En cuatro minutos de parcial, España estaba veinte arriba. Faena resuelta.

Fournier intentó echarse el equipo a la espalda y sumó siete tantos, pero Navarro hizo lo propio con los suyos anotando y asistiendo. Si algo fallaba, en cualquier caso, la selección aún tenía el comodín de Ibaka para el rebote ofensivo. ¡Qué muelles! El congoleño juega por encima del aro, pero es que además tiene una cadencia de salto hiperactiva. Un tormento para los contrarios. España sigue asustando a sus rivales. Hoy le toca el turno a Serbia.

Ficha técnica:

88 España. Cinco inicial: Rubio (4), Navarro (14), Fernández (8), P. Gasol (15) y M. Gasol (17); Llull (10), Rodríguez (2), Calderón (2) Ibaka (10), Felipe Reyes (2) y Abrines (2).

64 Francia. Cinco inicial: Heurtel (6), Batum (11), Gelabale (4), Diaw (3) y Lauvergne (8); Diot (11), Kahudi (-), Jackson (5), Fournier (9), Pietrus (3), Gobert (4) y Tillie (-).