La Preferente levanta el telón

Pablo Penedo / Roi Palmás VILAGARCÍA, PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

Vilalonga, Céltiga, Portonovo, Pontevedra B y Marcón Atlético. Las rías de Arousa y el Lérez se reparten uno de cada cuatro equipos de una Liga que aspiran a encabezar

30 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Tradicionalmente la Liga de Preferente Autonómica coincidía en su día de inicio con la de la Tercera División. Un puente más entre dos categorías que beben constantemente la una de la otra, generando un ecosistema propio que abona y siembra año tras año la afición por el fútbol modesto; ese que baja el balompié a ras de suelo a la altura de la realidad de la mayoría de los mortales. La Preferente arranca en esta ocasión una semana después que su hermana mayor. Y lo hace con las comarcas de Arousa y Pontevedra copando una campaña más una alta dosis de protagonismo, con uno de cada cuatro equipos en la categoría de las provincias del sur de Galicia bañados por sus dos rías.

Como hace un año, la de Arousa aporta dos de los candidatos al ascenso en las quinielas de partida. Con el Céltiga sustituyendo al ya estrenado en Tercera Ribadumia, acompañando a un Vilalonga que repite en la lista.

La mayor garantía en las aspiraciones, abiertamente confesas, del club celeste es la contratación de Óscar García como director de orquesta tras hacer subir al Sanxenxo. Eso, y la continuidad del grueso de un plantel con nombres como los de Machu, Antonio, Manu o Saúl, a los que se suma el goleador Manu Nieto.

En el Céltiga aguardan grandes cosas del equipo tras la contratación de Ramiro Sorbet, con experiencia en eso de llevar de la mano equipos desde la Preferente a la Tercera. El del técnico fue el primer cambio de una metamorfosis radical en el plantel, que afectó a la mitad del anterior vestuario para elevar al cuadro isleño muy por encima de sus apuros del anterior ejercicio.

Los que también apuntan alto son los pupilos de Luis Oliveira. El Portonovo quiere codearse con los equipos fuertes y no se pone techo en esta campaña. Dice estar tranquilo y confiado en sus posibilidades y no descarta luchar por subir un peldaño cuando el calendario arranque su última página de liga.

El Pontevedra B por su parte cuenta con esa doctrina que tienen los filiales en su ADN deportivo. Jugar para que los jóvenes valores de la cantera sumen kilómetros de experiencia y encuentren el día de mañana un hueco en categorías superiores, apostando este año por una brecha generacional. Con un bloque prácticamente nuevo el contador se pone a cero y todos parten con las mismas oportunidades para el técnico cambadés Blas Charlín.

Por su parte el Marcón quiere hacer en Preferente lo que hizo la pasada campaña en Primera Autonómica: Disfrutar jugando y dar alegrías a la afición. Con la misma batuta en el banquillo, la de José Manuel Carlés, y con fichajes que llegan para marcar las diferencias. Sin miedo a los rivales y con una ilusión a prueba de bombas, así se planta el Marcón en el debut, donde no podrá contar con ocho jugadores. Seis por una sanción que acarrea el bloque del final de la pasada campaña.