Batacazo de los dos equipos de Manchester en la Premier

Agencias / La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

PETER POWELL

El United empató pese al debut de Di María y el City se dejó sorprender en casa por el Stoke

31 ago 2014 . Actualizado a las 18:16 h.

Los dos equipos de Manchester vivieron una tarde de sábado aciaga en la Premier League. El United prolonga su mala racha del inicio de temporada y no fue capaz de vencer a un recién ascendido a pesar del debut de Di María, mientras que el City sufrió una derrota en casa ante el Stoke City.

El equipo de Pellegrini cayó contra todo pronóstico por 1-0 como ante el Stoke (con Bojan como suplente) y sufrió su primera derrota en la nueva edición de la Liga inglesa. El último campeón de la Premier dominó por completo el partido en el Etihad Stadium y contó con numerosas posibilidades de gol, pero el humilde visitante se terminó llevando el triunfo con una espectacular contraataque de Mame Biram Diouf a los 58' minutos.

El futbolista senegalés capturó la pelota en la puerta de su área y recorrió imparable toda la cancha hasta llegar a la zona de castigo rival, donde definió entre las piernas de un Joe Hart que opuso débil resistencia. Los citizens reclamaron un penalti por la mano de un defensor en el interior del área en el minuto 25 del segundo tiempo, pero no pudieron darle la vuelta al marcador. El Stoke logró así su primer triunfo en la Liga, donde suma ahora cuatro puntos en tres partidos. El City suma seis puntos y se cayó de la primera posición, que ahora ocupa el sorprendente Swansea tras vencer 3-0 al West Bromwich Albion y sumar su tercer triunfo consecutivo.

El argentino Ángel Di María debutó este sábado en el centro del campo de un Manchester United que no pudo pasar del empate a cero en el campo del recién ascendido Burnley, que sumó su primer punto en la Premier.

El resultado deja con dos puntos en la tabla a los diablos rojos, que no han logrado ninguna victoria en las tres primeras jornadas de la liga inglesa y que perdieron ante un tercera división en la Copa de la Liga (4-0 frente al MK Dons).

El técnico holandés Louis Van Gaal presentaba la que se perfila como su alineación de gala esta temporada, el once con el que aspira a enderezar el rumbo errático del equipo en los últimos tiempos. El también holandés Robin Van Persie y el inglés Wayne Rooney ejercían de punta de lanza, con el español Juan Mata de enganche por delante de una línea de cuatro con Di María, inclinado hacia la izquierda, y el ecuatoriano Antonio Valencia, por la derecha, como referencias.

Por delante de David De Gea, el técnico holandés insistió en situar a un trío de centrales formado por Phil Jones, Tyler Backet -a la izquierda- y Jonny Evans -a la derecha-. En busca de la primera victoria del temporada, el United dominó el juego desde el inicio ante el modesto Burnley, campeón de la primera división inglesa hace más de medio siglo (1960), que levantó las alertas de los visitantes a los tres minutos, cuando David Jones estrelló un balón contra el palo de De Gea.

Van Persie ensayó un remate al cuarto de hora que detuvo el portero del Burnley, el inglés Tom Heaton, y Di María colgó diversos balones al área en busca de un remate que hiciera subir el primer tanto al marcador, que sin embargo llegó equilibrado al descanso. Más allá de un penalti que los «diablos rojos» reclamaron en el último tramo de los primeros 45 minutos y de la oportunidad del delantero holandés, los de Van Gaal cerraron el tramo inicial del duelo sin haber creado sensación de peligro en el área del Burnley.

Fue de nuevo Van Persie, tras una jugada de Di María, quien volvió a poner contra las cuerdas a los locales al cuarto de hora del segundo tiempo con un disparo que sacó de la línea un defensa. A veinte minutos del final, Rooney trataba de retrasar su posición para recibir más balones, pero al United le faltaba frescura en los últimos tres cuartos del campo para inquietar a los de Sean Dyche.

Di María, tras sufrir molestias durante el duelo, fue sustituido en el último tramo del partido, en el que los diablos rojos, que volvieron a reclamar un penalti a pocos minutos del final, se mostraron incapaces de superar al recién ascendido Burnley, que todavía no había sumado punto alguno en la Premier.