Tres exjugadores granates militan actualmente en el conjunto coruñés y regresan a Pasarón en las filas enemigas
29 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Pontevedra tendrá que superar este domingo un duro partido frente al Bergantiños. A priori, la empresa podría parecer sencilla, ya que se trata de un duelo muy desigual sobre el papel. Un gallito de la categoría que viene de ganar fuera su primer partido recibe en su feudo, con su afición respaldando, a un club humilde, recién ascendido y que sueña con la permanencia a final de temporada.
Sin embargo, la realidad tiene dos caras. La otra manera de verlo es que el Pontevedra no convenció sobradamente en Ordes, que ganó de penalti discutido en la recta final del encuentro y que el Bergantiños logró un meritorio empate ante el Cerceda (otro de los favoritos) para empezar a adaptarse a la nueva categoría. Por si esto fuera poco, vuelven a Pasarón varios viejos conocidos de la afición granate defendiendo otros colores.
Roberto Piñeiro era un joven con proyección cuando jugaba en el viejo estadio pontevedrés. Hace ya una década de aquello y todo ha cambiado mucho. Mientras al principio de su carrera era un fijo de los banquillos y acabó saliendo cedido, la pasada campaña el santiagués era condecorado como el máximo artillero de la Regional Preferente Norte. Un jugador hecho y derecho con hambre y ganas de demostrar que pudo haber tenido un hueco. Y nadie mejor que él para saber que este campo puede ser asfixiante para el equipo que vaya perdiendo, incluso si el que pierde es el de casa.
Por si el tiempo pudiera desdibujar aquellos recuerdos de Roberto, el Bergantiños cuenta con más y mejores informes. El año pasado Moreira y David García eran jaleados por los aficionados lerezanos, mientras que este fin de semana formarán en las líneas enemigas. Teniendo en cuenta que conocen al bloque, al técnico y a la marea granate, no es de extrañar que sean los más preguntados de esta semana a hora de preparar este encuentro. Saben los puntos fuertes y sobre todo los débiles, que es, a la postre, lo que más interesa para librar batalla. Serán la prolongación del técnico, Javier Oreiro, y todo lo que puedan contar es detalladamente analizado y valorado.
Es por ello que los granates tendrán que empezar a demostrar su potencial. En casa, con todo a favor, debieran de poder asustar ya a los rivales. Habrá muchas miradas, de aquí y de allá, siguiendo la evolución de uno de esos equipos al que todo el mundo quiere vencer y los secretos en Tercera son pocos y fáciles de espiar.
Manu Fernández también quiere enseñarle a los suyos que esta vez las piezas del engranaje están engrasadas y que la maquinaria granate tiene el rumbo fijo hacia el ansiado ascenso.