Jonathan Brownlee y Mario Mola, las amenazas para el campeón gallego

redacción / La Voz

DEPORTES

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si todo transcurre según lo previsto, Javier Gómez Noya se proclamará campeón del mundo por cuarta vez, la tercera en formato de las Series Mundiales -no a prueba única como ocurría en el pasado cuando el ordense Iván Raña enfocó el triatlón a los ojos de los españoles en el Mundial de Cancún en el 2002-. El deportista afincado en Pontevedra necesita finalizar en la cuarta posición y de este modo no dependerá de lo que hagan sus principales rivales por el título: el británico Jonathan Brownlee y el mallorquín Mario Mola. Un puesto asequible para un triatleta que apenas se ha bajado del podio a lo largo de esta temporada y que ha vencido en las cuatro carreras disputadas sobre distancia olímpica (1.500 metros a nado, 40 kilómetros en bici y 10 finales a pie), precisamente sobre la que se jugarán el todo por el todo.

Jonathan Brownlee semeja que es el que se encuentra en mejor momento de forma. Después de comenzar el año titubeante y claramente sobrepasado por Gómez Noya, protagonizó, junto a su hermano Alistair, una auténtica exhibición en la cita de Estocolmo. Ambos tiraron a muerte en el agua y terminaron descolgando al resto de favoritos a golpe de pedal por un circuito exigente y selectivo. Tal vez, la estrategia en Édmonton sea la misma, pero incluso con eso, Gómez Noya puede estar tranquilo. Un bronce le sobra para ganar.

Para Mario Mola, el trance será no perder el corte en el agua. A los Brownlee les gusta acelerar en cada brazada y mientras Gómez Noya no sufre pegado a los pies de los de Leeds, el mallorquín pasa un auténtico calvario. Luego, en la carrera a pie sí que se transforma en una amenaza para cualquiera.