Pepe Casal es el presidente del patronato, y José Ángel Docobo el presidente de honor
27 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Las asambleas del Obradoiro CAB son inescrutables, rara vez defraudan. Y no siempre es fácil seguirles el hilo conductor. La de ayer, sin ir más lejos, consumió más de dos horas de explicaciones y debates para acabar en el lugar de salida. Porque los puntos referidos a las aprobación de cuentas correspondientes a la campaña 12/13 quedaron pendientes de una nueva cita, en la que también se presentarán los números de la temporada 13/14 y se convocarán elecciones.
Y el punto referido a la fundación tenía por objeto explicar los pasos seguidos para poner en marcha dicha institución, con objeto de conseguir recursos económicos para la cantera a través de donaciones y patrocinios de empresas que pueden beneficiarse de deducciones fiscales al realizar este tipo de aportaciones.
Es, en esencia, el resultado de una asamblea que dejó más sustancia en los debates, a menudo bizantinos, más centrados en las cuestiones de forma que en las de fondo. Y con duelos dialécticos curiosos como los protagonizados por Raúl López y José Manuel Couceiro, quien en su primera intervención felicitó a la directiva por la exposición de la actividad deportiva desplegada. En la segunda, sin embargo, se ganó varias amonestaciones del presidente, cuando estaba expresando su disconformidad con los integrantes del patronato provisional de la fundación y personalizó en el presidente, Pepe Casal, por su gestión en el club en el año 92.
Un complejo camino
Fue a continuación de que el propio Pepe Casal explicase el proceloso y laborioso proceso seguido para reactivar una fundación que él había creado hace más de treinta años, con el nombre de Heraklis.
En la anterior asamblea los socios decidieron crear una comisión que se encargase de todos esos trámites, para tratar de ahorrar los 30.000 euros que sería necesario desembolsar para poner en marcha una de nueva creación.
Pero puestos a explorar esa vía se encontraron con que había dudas. Hasta que, guiños que aparecen en la intrahistoria del Obradoiro, encontraron un precedente de una fundación creada en el año 73 en Camariñas por una ciudadana, de nombre Manuel Fernández, con objeto de que a través de ella se gestionase su herencia para fines sociales. Esa institución quedó en el cajón del olvido hasta que el cura de Camariñas se interesó por el caso y consiguió, en el 2003, que entrase en funcionamiento.
A ese clavo se amarró el Obradoiro. Y el proceso ha requerido la creación de un patronato provisional en el que figura como presidente el propio Pepe Casal, y como presidente de honor José Ángel Docobo. Vicepresidente es Raúl López; secretario, Miguel Ángel Fernández; tesorero, José Luis Mateo; y vocales, Óscar Rodríguez, Rafael Silva y Lupe Murillo.
Una vez que reanude su actividad, promoverá un cambio de nombre, para denominarse Fundobra. Y el objetivo es que se ponga en marcha ya esta temporada.
De los datos económicos que quedaron pendientes de aprobación para una nueva reunión, la cuantía de los ingresos por cuotas de socios: en el curso 12/13 fue de 2.250 euros, el 2,33 % del Obradoiro CAB, que gestiona siete equipos de base, incluido el sénior de Primera Autonómica. La pasada campaña la cuantía bajó a 1.470 euros, un 1,52 % del presupuesto. En consecuencia, el monto económico de la cantera se sitúa en torno a 100.000 euros.