Borja Navarro resalta que «el Compos no renuncia al balón»

M.G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

También llama la atención sobre el trabajo del equipo en la presión

25 ago 2014 . Actualizado a las 12:08 h.

A Borja Navarro le faltó poco para poder decir aquello de llegar y besar el santo. Lo que besó la pelota fue el larguero, y el ariete se quedó sin gol en el estreno, pero con buenas sensaciones y la satisfacción de los tres puntos.

Ha sido el último en incorporarse y ya ha tenido minutos. Durante la semana no le dio vueltas a la posibilidad de jugar: «No me lo planteaba. Llegué el martes de madrugada y entrené tres días. Entrené para ir convocado cuanto antes, tuve la suerte de entrar ya este fin de semana y, por esta parte, contento.  Entrar en el equipo con tan pocas sesiones es poco habitual».

De ahí que saboree especialmente el debut. Sobre todo, porque el arranque le invita a pensar que escogió un buen destino: «Es verdad, los entrenadores no suelen dar minutos tan pronto. Es una muestra de confianza del míster, los compañeros me están ayudando un montón y estoy muy contento por todo».

Al repasar su expediente, empieza por el mano a mano con Aurreko: «En cuanto la recibí vi que el portero me intentó achicar un poco y me dije: de vaselina. Al final dio en el larguero? Luego tuve otra jugada en la que le pasé el balón a Jordan, y alguna más. En resumen, me encontré bien. Valoro este primer partido, y muy contento también por el juego que ha hecho el equipo. Sin duda, si seguimos así a lo largo de la temporada vamos a estar arriba».

El pasado curso jugó en San Lázaro con el Caudal. Fue su único duelo ante los blanquiazules, porque en enero firmó por el Albacete. «Por aquel partido -recuerda- vi mejor al Compos de ahora. Sobre todo en intensidad, como pide el míster. Eso se refleja en el campo, a la hora de tener el balón y apretar, porque se nos ve con un puntito más».

Es la faceta que más le gusta de su nuevo equipo: «No renuncia al balón. Eso, y la manera de presionar al rival, es muy importante».

Iván Moya

Iván Moya fue el último recambio del partido. Salió para templar un 2-0 que ponía muy cerca los primeros tres puntos, y cumplió con su cometido. En su opinión, lo mejor del encuentro es que el Compos supo leer la contienda. Y advierte de que «ponerse 1-0 tan pronto puede ser un arma de doble filo, si te lleva a la relajación. Pero el equipo no bajó la intensidad».