Chagoyen quiere dar al Obra «trabajo, esfuerzo y victoria»

Manuel r. Martí / I.c. SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

«La llamada de Moncho Fernández fue un viernes, al cuarto de hora ya habíamos cerrado», asegura

23 ago 2014 . Actualizado a las 13:01 h.

«La llamada de Moncho Fernández fue un viernes, al cuarto de hora ya habíamos cerrado y a la semana ya estábamos aquí». Así de precisa definió Jesús Chagoyen (Cádiz, 1977), en su presentación, el proceso de su contratación. El ala pívot espera «devolver la confianza con trabajo, con esfuerzo y con victoria».

El ex del Iberostar Tenerife, llega a la ciudad «encantadísimo» de formar parte de la familia del Obradoiro. Es un jugador polivalente, muy rápido y que se deja la piel cada vez que salta al parqué. Chagoyen tiene conquistado al técnico Moncho Fernández, que lo detalló como «un deportista tácticamente muy inteligente y que puede llegar a jugar en tres posiciones: 3, 4 y 5». El entrenador resaltó el alto «compromiso humano y profesional» que tiene en todos los equipos en los que juega.

En su puesta de largo como jugador del Obradoiro, en las instalaciones de Vitaldent, el ala-pívot bromeó sobre el sitio: «Nunca tuve una presentación en un lugar tan adecuado porque el fisio no lo piso poco pero el dentista...». Se refería a un inoportuno choque que tuvo en un entrenamiento cuando estaba en Canarias que casi le deja sin dentadura. Un claro indicativo de la intensidad con la que juega el gaditano. Moncho Fernández ya dijo que «si alguien se deja los dientes en la pista es Jesús Chagoyen».

Bromista, irónico, extrovertido y que además posee mucho bagaje en su carrera. Puede convertirse en una pieza clave para unificar y agrupar al vestuario. Él asume con satisfacción cualquier papel fuera de la cancha. «Yo no puedo igualar a Uri, soy Jesús Chagoyen y voy a hacer lo que hecho toda la vida: ser el mejor compañero posible e intentar ayudar al resto de los jugadores. Vengo a trabajar todos los días y crear buen ambiente porque siempre lo he hecho».

La edad siempre bien llevada

El veterano jugador transmite buen humor por los cuatro costados, incluso cuando se le pregunta por la edad o su jubilación. Chagoyen tiene asumido que va a ser «el abuelo» del grupo, según le asignó Juanjo Triguero, y pese a su madurez, sigue «disfrutando del básket como un niño chico». Cuenta que los domingos en verano se levanta a las ocho de la mañana para jugar una pachanga con gente de 50 años, casi los de su quinta. «No se puede decir cuándo acaba mi carrera, mientras siga disfrutando y tenga la posibilidad de continuar... El hecho de venir a Santiago con mi familia es una experiencia vital, lo más importante del baloncesto. Mientras me pique el gusanillo seguiré», afirma, y añade que «la edad solo está en el carné de identidad». Incluso se atreve a retar a los más jóvenes y apuesta a que correrá más que ellos.

Dejó constancia sobre la «sana competitividad» que existe actualmente en el colectivo. «La competencia hace que el equipo mejore, tanto en los entrenamientos como en la pista. Estamos para ponérselo difícil a Moncho, que al final será un favor para él. Si se lo ponemos complicado le será un bonito quebradero de cabeza». Jesús Chagoyen califica al renovado proyecto del Rio Natura Monbus como una plantilla con hambre y ganas de competir. «Todos por el mismo camino para que el equipo sea eso, un equipo. Es un conjunto joven con toques de veteranía y mucha calidad», sentencia el nuevo jugador del Obradoiro.