Kristijan Postruzin: «Llevo aquí menos de un mes y ya me siento como en casa»

Manuel R. Martí / M. G. SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

El joven, al que sus compañeros llaman Kike, es el primer croata en la liga española

19 ago 2014 . Actualizado a las 12:48 h.

Kristijan Postruzin (Zagreb, 1995) se convertirá en el primer croata en debutar en la Liga Nacional de Fútbol Sala. El jugador, procedente del MNK Alumnus, se muestra ilusionado y completamente adaptado a su nueva vida en Compostela. La joven promesa ya se ha ganado el respeto y el cariño del vestuario que lo ha acogido con los brazos abiertos.

-Resuma en una palabra sus primeros días en Santiago.

-Genial. Qué más puedo pedir si me paso los días con un balón en los pies.

-¿No dudó ni un minuto en dejarlo todo y venir a Santiago?

-Fue difícil dejar familia y amigos para probar suerte en el extranjero. Aún por encima, tengo que dejar a un lado los estudios por un año, porque era imposible compaginarlo. Es una aventura que puede salir bien o mal. Pero pocos futbolistas pueden decir que juegan en la mejor liga de futsal del mundo con dieciocho años. Es una gran oportunidad y tengo que aprovecharla al máximo. Me lo tomo muy en serio.

-¿Cómo le trata Compostela?

-Santiago no es una ciudad muy grande y es perfecta para moverse. Ya he visitado la Catedral y el casco monumental. Los domingos, que son los días de descanso, no me llegan para ver todo su atractivo turístico.

-Con tanta visita turística, ¿no se pasa la vida enganchado a las redes sociales para hablar con su familia?

-Sí, pero me atrevo a decir que como la mayoría de nosotros. Mientras no instalan Internet en casa me paso los días deambulando por las oficinas del club o por el centro comercial en busca de wifi.

-¿Qué se le hace más duro de esta experiencia lejos de casa?

-El idioma es una barrera, tanto en la vida cotidiana como en el grupo. Tengo la suerte de compartir piso con Hugo y Marcos Vara, que hablan inglés y son una gran ayuda. Al español ya le estoy pillando el tranquillo. Las expresiones necesarias para jugar un partido ya las tengo dominadas. Por ejemplo, [se ríe] ya sé el significado de izquierda, derecha, venga y presión. Al principio, no respondía cuando me gritaban vamos, o me confundía con las bandas.

- Si la única comunicación que existe es un inglés chapurreado o el lenguaje de señas... ¿no le es difícil integrarse en el juego?

-Desde el club me han acogido muy bien. Los jugadores y los técnicos están siempre preocupados de que esté a gusto. Me he adaptado a la perfección y los futbolistas nos conectamos muy bien en el terreno de juego. Llevo menos de un mes y ya me siento como en casa. Ya tengo hasta mi propio mote, Kike, porque cuando estamos concentrados en el encuentro les es imposible pronunciar mi nombre.

-¿Cómo afronta esta próxima campaña, con la dificultad añadida del idioma y de que no conoce la liga española?

-Soy consciente de que soy un chico muy joven y con poca experiencia. Por ello, no pienso a largo plazo. Solo me concentro en el día a día y estoy convencido de que si trabajo correctamente ganaré minutos.

-¿Hay mucha diferencia entre su vida aquí y en Croacia?

-Por supuesto, aquí vivo por y para el fútbol. En esta entidad hay mucha profesionalidad y se la da mucha importancia a la condición física. Me preocupo mucho de entrenar y esforzarme. En Zagreb también teníamos dos sesiones de entrenamientos, pero no eran tan duras como aquí. Los partidos también son mucho más rápidos y con más intensidad. Tienes que estar a tope desde el primer minuto. No te puedes relajar porque los equipos tienen más calidad técnica.