El Obradoiro va poco a poco construyendo un nuevo proyecto para la Liga Endesa, para intentar un año más consolidar el equipo en la máxima categoría del básquet español. Un colectivo que volverá a tener al frente a Moncho Fernández y que un curso más presentará muchas novedades en su vestuario. El último en llegar fue el base malagueño Pepe Pozas, que arribará a la capital gallega «con ilusión y con muchas ganas de demostrar» que puede jugar a un gran nivel.
El jugador reconoce que está «muy feliz» con su fichaje por el Obra y por tener una nueva oportunidad de jugar en una de las mejores ligas del mundo. Vendrá con la idea de ayudar al equipo en todo lo que pueda y «aprender y mejorar personalmente». Espera que todo le salga bien y que se puedan cumplir todos los retos y sueños que tiene en mente.
Está dispuesto a aportar muchas cosas al colectivo. El base andaluz habla de intensidad, defensa, buena dirección del juego y «todo lo demás que pueda pedir el entrenador». Ya tuvo alguna charla con Moncho Fernández y el de Pontepedriña le explicó al jugador lo que quiere y espera de él. «Hablar con el entrenador, sobre todo, te da más confianza y ganas de empezar la temporada ya», reconoce.
Una afición especial
A Pozas le ocurre más o menos lo que a todos los jugadores cuando se les menciona la importancia de la afición santiaguesa. «Es increíble», dice. La pasada temporada visitó Sar con el Valladolid y no pasó desapercibida la aportación de la hinchada. «Cuando jugaba de visitante me gustaba venir a este pabellón y ver como canta y anima la afición. Te pone los pelos de punta aunque seas rival. Espero tener una gran relación con este público ahora que no me tocará sufrirles, sino disfrutar».
El malagueño es muy joven y su reto personal es mejorar día a día rodeado de grandes jugadores. A nivel colectivo, Pozas tiene claro que el Obradoiro intentará superar los registros de la pasada campaña, en la que se logró otra vez la permanencia.