Márquez, al asalto del mejor Rossi

Miguel Sesé

DEPORTES

MAX ROSSI

Montmeló emerge en el horizonte con las siete victorias seguidas de «Il Dottore» en el 2002 como objetivo

12 jun 2014 . Actualizado a las 21:37 h.

Doce años, doce, han pasado desde que un piloto obtuvo siete victorias consecutivas en un Mundial de la categoría reina del motociclismo. Fue un tal Valentino Rossi, ahora segundo en la general, el que en el 2002 reproducía su aplastante dominio circuito a circuito. Ahora es Marc Márquez, el único que marcha por delante del «doctor», el que puede igualar sus registros.

Y para ello, dónde mejor que en Cataluña, su casa, y con una renta de más de dos carreras sobre su inmediato perseguidor. El despliegue de superioridad del «93» ha tenido fases para todos los gustos, desde monólogos de principio a fin hasta una aislada batalla encarnizada. Entre medias, la sensación de que ha jugueteado más de lo que ha sufrido frente a un compañero que parece no dar con la clave del pilotaje de aquel con quien comparte box, y unos rivales que bastante tienen con descorchar el cava de vez en cuando y batirse en duelo entre sí, dejando pasar al huracán que sostiene con mano de hierro el timón de las 1.000 cc. Carreras con salidas fulgurantes y otras comprometidas, algunas con vía libre y otras con más tráfico que las arterias de las ciudades en hora punta, y de todas y cada una de las situaciones ha salido Márquez con 25 puntos en el zurrón.

Los precedentes, sin embargo, no son tan alentadores para el piloto ilerdense. Después de una dura lucha contra Jorge Lorenzo en Mugello en la que la diferencia mecánica acabó resultando determinante, la llegada de Montmeló hace prometer emociones fuertes. Es uno de los pocos circuitos en los que las temibles HRC no son tan superiores, y allí han vencido Jorge Lorenzo y Valentino Rossi en nueve de las últimas doce ediciones, sólo salpicadas por dos primeros puestos de Casey Stoner y uno de Dani Pedrosa. El Gran Premio de Catalunya es una tierra que Márquez no pudo conquistar ni siquiera en Moto2, aunque sí con las 125 cc en el año 2010, por lo que encontrará un contraste entre sus ansias de coronarse en casa y alcanzar el récord de Rossi o pensar más en un campeonato que tiene decantado a su favor en apenas seis pruebas. Es lo que él mismo ha calificado como «correr con cabeza». «Siempre corres con la cabeza, pero al estar en casa en algún momento puedes correr con el corazón y esto lo tengo que controlar. Hay que correr con el corazón, pero hasta cierto límite».

«Al final tenemos una ventaja importante en el campeonato y va bien administrarla. Intentaremos arriesgar, como hicimos en Mugello, y lograr la victoria, pero si vemos que es muy difícil y no hay posibilidades, un segundo lugar o un tercer lugar estará bien», explica mientras que sus palabras viajan en un lugar opuesto al de su mirada determinada. Fue precisamente en el gran premio de hace escasamente dos semanas donde se le vio algo más vulnerable, pero por la eclosión, por fin, de Lorenzo. Es cierto que el segundo en la general es Rossi, realizando un campeonato digno, pero nadie había osado a batirse en duelo con Marc

El misterioso mal arranque de Jorge tocó a su fin en Italia, y ahora espera que la racha continúe en uno de sus circuitos fetiche, vencedor en tres ocasiones y el primer lugar en el que le dijo a Rossi «aquí estoy yo» en aquella carrera decidida por un adelantamiento del Doctor en la última curva del circuito. Los dos, Lorenzo y Rossi, están ahora llamados a, primero, liderar la oposición de los diapasones al aplastante dominio de Marc y HRC para, después, apuntalar su presente y su futuro dentro de MotoGP. Ambos, presentes en el podio transalpino, finalizan contrato, y ofertas no les van a faltar. Tras ellos, o junto a ellos, Dani Pedrosa, que permanece agazapado esperando a que se vayan los monstruos que les ha metido su compañero en el garaje alado. Tampoco tiene contrato para el 2015 y su continuidad en la marca está en entredicho, probablemente hasta que Lorenzo decida qué hacer. Salvo una sorpresa en nombre de Pol Espargaró o una Ducati desbocada, no se espera a nadie más en el cajón de un Montmeló que se volcará con sus ídolos.

Tito Rabat en una posición cómoda

En Moto2, el mal GP de Italia de Mika Kallio ha dejado a Tito Rabat en una posición muy cómoda al frente de la clasificación. Tanto, que ha olvidado los dolores y se ha dejado ver en compañía de otros pilotos por las playas de la Ciudad Condal jugando al voley playa. Esteve sabe que, con la regularidad mostrada hasta ahora, tiene mucho ganado, aunque en Cataluña seguro que Maverick Viñales y Luis Salom, que además estrenan patrocinador, se lo querrán poner muy complicado. En Moto3, son muchos los que ya han aprendido que el exceso de ímpetu de Jack Miller le puede jugar malas pasadas, especialmente un Romano Fenati que busca el éxito por delante de Rins y Alex Márquez.