Nairo Quintana se convierte en el primer colombiano que conquista el Giro de Italia

Agencias LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

LUCA ZENNARO

La victoria en la general culmina una exhibicíon colombiana en la carrera rosa

01 jun 2014 . Actualizado a las 21:54 h.

Nairo Quintana (Movistar) se ha convertido en el primer ciclista colombiano en hacerse con el Giro de Italia, tras la conclusión de la ronda italiana con una etapa disputada entre Gemona y Trieste sobre 172 kilómetros en la que se ha impuesto al esprint el esloveno Luka Mezgec (Giant).

A Quintana le acompañarán en el podio final su compatriota Rigoberto Urán (Omega Pharma-Quick Step) y el italiano Fabio Aru (Astana), que con tan solo 23 años logró un meritorio tercer puesto. El de Movistar se mostró como el ciclista más fuerte en tierras italianas, especialmente durante la segunda mitad del Giro, donde se hizo con la etapa que concluyó en Val Martello, logrando en ese instante una maglia rosa que no abandonó hasta el final, y con la cronoescalada de tres días después en el puerto de Grappa.

En el último día de competición el triunfo fue para Mezgec, tras una gran remontada en los últimos 300 metros del esprint, que apareciendo desde atrás dio una exhibición de fortaleza. Además en el resto de clasificaciones destacaron el francés Nacer Bouhanni (FDJ), que se llevó la regularidad, junto con tres etapas, y el colombiano Julián Arreondo (Trek Factory Racing), que se hizo con el maillot de la montaña y con una etapa, cerrando así una actuación memorable de la expedición colombiana en este Giro de Italia 2014.

Quintana afirmó, poco después de cruzar la meta de Triesta, que había sido «uno de los días más felices de su vida» tras ver cumplido uno de sus sueños. «Hoy es uno de los días más felices de mi vida. Graciasa a mi gente y a mi equipo por haberme ayudado a hacer realidad este sueño», declaró en el podio final del Giro. Nairo Quintana es el segundo colombiano que consigue el triunfo final en una de las tres grandes rondas mundiales por etapas (Tour, Giro y Vuelta). El primero fue Luis Herrera en la Vuelta a España de 1987.

«Siempre soñé con poder ganar una gran vuelta y ahora se ha hecho realidad. Gracias a mi equipo, a mi familia y a todos mis seguidores por hacerlo posible», dijo el flamante ganador del Giro. Quintana, emocionado, agregó: «La verdad es que no pensaba que fuera a haber tantos colombianos hoy en la llegada. Ha sido impresionante ver tantas banderas en el circuito y en el podio. Estoy muy orgulloso de mi país». «He ganado bien», prosiguió, «pero he sufrido igual que el resto. Soy un ser humano normal, igual que todos, y también me dolieron mucho las piernas ayer, pero me supe defender bien. Está claro que no he estado en perfectas condiciones y todavía tengo mucha mucosa. Además, se notaba ya el esfuerzo de tantos días de montaña. Se me veía tranquilo, pero por dentro se siente el dolor».

El colombiano reconoció que hubo momentos en los que lo pasó mal. «Mi gran momento de crisis fue en el Stelvio, donde no me dio tiempo a colocarme el chubasquero. Me iba a bajar de la bici para ponérmelo y en ese momento Gorka fue mi gran apoyo; me hizo seguir sin chubasquero para marchar hacia adelante». «Nevaba mucho, llevaba mojada toda la ropa, pero él me apoyó bastante en ese momento difícil, me dio de su comida y seguimos caminando. Me motivó para poder ganar esa etapa tan difícil, tan dura pero bonita al final, acabando con una sonrisa», comentó Quintana.

Giro extraño

Fue el remate a un Giro un tanto extraño que empezó en la ciudad norirlandesa de Belfast y acabó en Trieste en lugar de Milán, como es habitual, al cabo de un festival colombiano. Los escarabajos se mostraron muy superiores, y especialmente en la montaña, de ahí el doblete Nairo Quintana-Rigoberto Urán al final de la contienda. Quintana partía como uno de los favoritos al podio y tras un comienzo un tanto irregular debido a las caídas y a una infección pulmonar abrió las puertas a otros corredores que contaban menos para estar en el podio final.

Además de los problemas de Quintana, los otros candidatos se encontraron con otra baza a su favor: la retirada del Purito Rodríguez debido a una caída. Esas circunstancias las aprovecharon durante varias jornadas el australiano Cadel Evans, el polaco Rafal Majka, el italiano Domenico Pozzovivo y el canadiense Ryder Hesjedal, vencedor en el 2012 y que, como ahora Quintana, hizo historia al ser el primer canadiense en inscribir su nombre en el palmarés del Giro.

Llegó la montaña y arrasaron los colombianos, primero con Rigoberto Urán, también segundo en la pasada edición y líder durante algunos días, y luego con Quintana, que dio el vuelco al Giro en la decimosexta etapa y luego remató con un nuevo triunfo en la cronoescalada de la decimonovena, con final en Cima Grappa. La polémica de la 16ª jornada de los míticos Gavia, Stelvio y Val Martello fue por culpa de la nieve en el Stelvio. Confusión en las comunicaciones de radio corsa en las que fueron muchos los directores que interpretaron que la carrera estaba neutralizada durante el descenso del Stelvio.

Quintana no se enteró de nada y en el descenso del gigante alpino se marchó en busca de la meta aprovechando el embrollo entre directores y organizadores. Una vez más el Stelvio inscribió otro capítulo en su leyenda particular y Quintana realizó la gesta del día, al vestirse de rosa.

Tres días después en la cronoescalada de cima Grappa Nairo dejó claro que era el más fuerte y sentenció la carrera, pues tanto Aru como Uran cedían más segundos de los previstos y Evans arrojaba definitivamente la toalla. En la última etapa de alta montaña, en el Zoncolan, denominado La Puerta del Infierno, Quintana aguantó bien los tirones de sus rivales, especialmente del Omega Pharma que comanda su compatriota Rigoberto Uran, se dejó llevar y entró de la mano junto a Uran en una jornada que se llevó el australiano Rogers, segunda en este Giro, posiblemente por un empujón que dio un aficionado a su compañero de escapada el italiano Bongiorno, un empujón que lejos de ayudarle, le obligó a echar pie a tierra.