Confía en que la victoria ante el Valladolid reporte tranquilidad para lo que queda de temporada
21 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Moncho Fernández, entrenador del Obradoiro, reconoció que su equipo no estuvo a la altura en el segundo cuarto tras el arranque explosivo del primer parcial. El cinco santiagués le dio vida a un adversario que parecía muerto antes del descanso.
«Entramos muy bien en el partido, con un gran trabajo defensivo que nos permitió anotar muchos puntos. Inexplicablemente, en el segundo cuarto esta intensidad y agresividad desapareció», apuntó el técnico de Pontepedriña. El Obra permitió «muchas canastas fáciles» y el Valladolid «llegó vivo al descanso».
Luego, el Obra «nunca entendió» lo que debía defender. Reconoció que su equipo «regaló un montón de acciones, tiros de tres y la pérdida del rebote». Más tarde, el conjunto santiagués cogió «la escapada buena» y un triple de siete metros «ante lo que hay poco que decir» metió de nuevo a los pucelanos en el duelo.
En la recta final «pudo salir cara o cruz. Contra el Gipuzkoa y el Fuenlabrada nos salió cruz y hoy nos salió cara». El de Pontepedriña explicó que su equipo no supo leer el partido defensivamente en el segundo cuarto: «Dimos un bajón defensivo muy grande y fue la clave para el resto del partido», sentenció.
Ahora confía en que esta victoria, tras seis semanas de sequía, traiga la tranquilidad al vestuario «para afrontar el resto de la liga». Insistió una y otra vez en el pésimo segundo cuarto: «Somos un equipo que tiene que defender y trabajar todo el tiempo. Si no lo hacemos, lo pasamos mal. Creo que hubo muchos nervios en momentos puntuales y es posible que pesaran las seis derrotas y las lesiones de las últimas semanas».