El maratón de Boston desafía el horror de los ataques del año pasado

La Voz BOSTON / AFP

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Las ofrendas fueron frecuentes los últimos días. afp TIMOTHY A. CLARY < / span>

La prueba reunirá a 35.000 corredores

21 abr 2014 . Actualizado a las 11:25 h.

Con una cifra de 35.660 corredores cercana a su récord histórico y un millón de espectadores previstos en la calle, una desafiante Boston celebra hoy su maratón con un imponente operativo de seguridad tras el doble atentado del año pasado.

Más de 3.500 policías (el doble) y 60 agencias de seguridad gubernamentales vigilarán esta edición de la prueba en la ciudad de Massachusetts, escenario de las explosiones de dos bombas artesanales en la línea de llegada el 15 de abril del 2013 que dejaron tres muertos y 264 heridos.

Los organizadores establecieron una serie de medidas draconianas tanto para los participantes como para los espectadores, advirtiendo que quienes no sigan las recomendaciones serán objeto de demoras al atravesar los controles de seguridad e inspecciones reforzadas. La policía no quiere tener nuevas sorpresas como la del martes pasado, cuando cientos de personas tuvieron que ser evacuadas por la presencia de dos mochilas en el mismo sitio de las explosiones del 2013, un incidente que terminó con un hombre detenido y la destrucción controlada de los objetos «por precaución».

Participantes históricos

Un año después de su victoria, que había pasado casi desapercibida, el etíope Lelisa Desisa vuelve a Boston, uno de los seis maratones más importantes del mundo y parte del prestigioso circuito World Marathon Majors. Varios exganadores históricos de la prueba también participarán. Entre ellos los estadounidenses Joan Benoit Samuelson (vencedora en 1979 y 1983) y Amby Burfoot (1968), quien el año pasado no pudo completar la carrera a raíz de los ataques, así como el italiano Gelindo Bordin (1990).

Homenajes continuos

Ayer, cientos de curiosos se pasearon por la línea de llegada en la calle Boylston, donde se erigió un pequeño memorial en homenaje a las víctimas. «Nunca los olvidaremos», decía un letrero junto a cuatro cruces con los nombres de los muertos (tres el día de la carrera y un oficial de policía tiroteado días después cuando los Tsarnaev intentaban huir) escritos en un corazón rojo. Al pie de ellas, había pares de zapatillas y varios ramos de flores.

El orgullo de la ciudad podía verse en las decenas de camisetas con el lema «Boston fuerte», y en pancartas situadas en tiendas, restaurantes y hoteles. Las autoridades estadounidenses homenajearon a las víctimas el martes pasado en coincidencia con el primer aniversario exacto de los atentados, pero hoy se vivirán momentos de mucha emoción en el maratón que se corre desde 1897 y se considera el más antiguo de la época moderna.

El número de participantes, casi 9.000 más que en los últimos años, quedará muy cerca del récord de 38.708 del maratón del centenario de 1996.