Cuando Pesco fue Kubala

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El muradano agranda su dilatada trayectoria con un hito al alcance de muy pocos, los siete goles que marcó en el encuentro ante el Miño el domingo

16 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Quince años después de haber emigrado, y tras haber vestido diez camisetas diferentes y haber superado una grave lesión de rodilla, Pesco vuelve a agitar el fútbol gallego.

Es más, Ángel Caamaño (Muros, 1985) lo sacudió siete veces en noventa minutos durante el Atlético Arteixo-Miño del domingo. El atacante del equipo arteixán firmó en ese encuentro de Primera Autonómica un hito al alcance de pocos. De hecho, en Primera División solo se le recuerdan siete goles a Bata (del Athletic, en 1931) y al barcelonista Kubala (en 1952).

El partido acabó 8-3. Pesco, que al descanso ya generaba comentarios en el vestuario rival, los hizo de todos los colores: desde fuera del área, desde mediocampo, robándole la cartera al defensa, cruzado sin ángulo, de libre directo, de vaselina, y por la escuadra tras un control de pecho y a bote pronto. «Tuve suerte; si remato de rabona, seguro que también entra», dice el multigoleador. «Este año llevaba siete y quería llegar a catorce. Ya cumplí», bromea minutos antes de afrontar su jornada laboral en El Corte Inglés.

Y es que ahora el fútbol no lo es todo en la vida de Pesco. Pero lo fue. Cuando empezó en el Lira y cambió al Conxo. Pero sobre todo desde que fichó por el Villarreal con solo catorce años.

«Era el gran Villarreal de Palermo, Cagna, Belletti... yo llegué a entrenarme varias veces con ellos», recuerda. Pero en ocasiones, el fútbol es hiel.

«El Villarreal te lo pone todo en bandeja para crecer en el fútbol. Tuve la oportunidad de vivir de este deporte, pero la desaproveché», lamenta en un ejemplar ejercicio de autocrítica. «No tuve cabeza para centrarme en el fútbol. El principal culpable soy yo. Después, hubo circunstancias de mercado y de lesiones que también influyeron», añade.

Con todo, tras el Alcalá, Pesco llegó a consolidarse en Segunda B con la Cultural Leonesa. El Racing de Santander le ofreció otro camino. «Pero no lo vi claro, y regresé a Galicia», zanja.

El Montañeros (el del ascenso a Segunda B), Villalbés y Sporting Coruñés fueron otros de sus vestuarios. Este último, como escenario de su propia resurrección de la mano de Carlos después de haber estado a punto de rendirse ante su maltrecha rodilla.

De ahí, a este Arteixo que también intenta reverdecer laureles con el impulso del técnico Miguel Figueira y su ayudante Manu Sánchez. «Daremos la talla en Preferente, y creo que podremos pensar en seguir creciendo», avanza Pesco, que el domingo fue Kubala.

ÁNGEL MANUEL CAAMAÑO MAYO futbolista del arteixo