El argentino lideró un triunfo madridista que no exigió demasiado a los blancos antes de pensar en la final de Copa
13 abr 2014 . Actualizado a las 19:28 h.Di María deseaba vengarse. Su resbalón en Dortmund asomó al Madrid al abismo y a la primera oportunidad quiso enseñar a Ancelotti que podría volver a contar con él. Contra el Almería, un conjunto solidario y con una defensa bien organizada, el Fideo fue la mejor arma de los blancos.
Penetró con la decisión de un cuchillo, se removió ante sus marcadores como un renacuajo en el río y sorprendió a los visitantes con cada momento cercano dentro del área. Disfrutó tanto el argentino que se le vio sonreír, intentar el gol olímpico, centrar de rabona, colocar asistencias con autoridad y hasta lograr el tanto que abrió el camino de la victoria madridista.
El rosarino se sirvió su primera oportunidad en el minuto 3 con su latigazo se encontró con el larguero y despertó a sus compañeros. Después, el zurdo circuló con soltura desde la derecha, amagó disparos, ensayó centros y creó las mejores opciones de su equipo hasta que finalmente resolvió el mismo. Finalmente, Di María aprovechó el primer momento de indecisión del Almería (el central Torsiglieri era atendido en una banda) para insertarse en el pico derecho del área, abrir el arco y colocar un disparo certero en el palo contrario.
El gol del argentino tranquilizó al Real Madrid y descentró al Almería. Desde entonces, la historia del partido se limitó a un Real Madrid en busca de más tantos con paciencia y a un rival agarrado a su defensa para no salir goleado. Aguantaron hasta el descanso los de Francisco con orden y poca agresividad, pero el talento madridista terminó por caer como un martillo sobre el yunque de los andaluces. El primero en apuntarse a la tarea de la goleada blanca fue Bale después de una brillante jugada hilvanada por Di María y Benzema. Después, Isco recurrió a su capacidad para ver entre las piernas de sus rivales para lograr su propio gol. Con el tercer gol en el marcador, la inercia se convirtió en constante. Los blancos alternaron algún malabarismo para lucir ante su público con una ambición por aumentar su cuenta a la que se unió incluso Coentrão. Benzema se animó más de lo que suele ser habitual en él, los centrocampistas compartieron más pases en corto y menos al contragolpe que en sus noches de pasión y hasta el canterano Diego Llorente dispuso de una oportunidad durante algunos minutos.
Sólo Ancelotti apostó por la calma y al observar sus puntos fuertes retiró a Di María para no perder a uno de sus futbolistas más en forma cuando la final de la Copa del Rey avanza en el horizonte. De este modo, el Real Madrid concluyó la noche con satisfacción y en los antípodas de su rival del miércoles. En cambio, el Almería ni siquiera logró despedirse del Bernabéu con un gol de premio porque Diego López conservó la concentración y detuvo las escasas oportunidades de los locales.
En definitiva, la vista del Almería proporcionó al Madrid un calmante después de la pesadilla de Dortmund. Pero, sobre todo, la noche orbitó en torno al regreso de Di María, el argentino que debe buscarse el hueco entre Bale y Cristiano.
Ficha técnica:
Real Madrid 4: Diego López, Nacho, Varane, Pepe, Coentrão (Diego Llorente, min. 73), Illarramendi, Modric, Di María (Casemiro, min. 64), Isco, Bale (Morata, min. 70) y Benzema.
Almería 0: Esteban, Nelson, Torsiglieri, Hans Martínez, Mané, Verza, Corona (Soriano, min. 72), Tébar, Hélder Barbosa, Jonathan Zongo (Óscar Díaz, min. .69) y Rodri (Aleix Vidal, min. 57)
Árbitro: Juan Martínez Munuera (C. Comunidad Valenciana). No mostró ninguna tarjeta.
Goles: 1-0: min. 28, Di María. 2-0: min. 53: Bale. 3-0: min. 56: Isco. 4-0: min. 85: Morata.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 33ª de la Primera División, disputado en el Santiago Bernabéu.