Jorge Pérez podría haber jugado su último partido con el Arousa

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

DEPORTES

MARTINA MISER

El portero arlequinado parará al menos otras tres semanas a causa de una epitrocleítis, más conocida por codo de golfista, en su brazo izquierdo

25 mar 2014 . Actualizado a las 12:13 h.

El Arousa se queda sin uno de sus grandes activos justo cuando la marcha de la Liga le exige una machada para poder hacer realidad el sueño de disputar la promoción de ascenso a la Segunda B. Jorge Pérez, que esta temporada llegó a liderar el trofeo de Zamora de la Tercera gallega, ausente el pasado domingo en la visita del Racing Vilalbés a A Lomba, será baja al menos otras tres semanas más. Y eso, con suerte, toda vez que las probabilidades de volver a ver al cancerbero de Mos bajo palos lo que resta de temporada -siete partidos de Liga regular- parecen escasas.

Epitrocleítis. Este es el término médico de la lesión que aqueja a Jorge Pérez en su codo izquierdo, y que en el argot deportivo resulta más conocido por codo de golfista. «Llevaba cerca de dos meses con el brazo tocado. No sé dónde pudo originarse la lesión. Cogía el balón y me dolía horrores. Pero yo veía que Piscis pensaba que todavía había opciones de meternos en la fase de ascenso, y decidí aguantar sin hablar con nadie. No sé si acerté, o me equivoqué», comentaba ayer el guardameta. El caso es que la semana pasada «me hice una placa y una ecografía, y me salió que tengo el tendón desgarrado, que si sigo romperá, y si rompe tendré que pasar por el quirófano, lo que me obligaría a de ocho a diez semanas de recuperación. Y no me lo puedo permitir por mi trabajo».

La alternativa a la cuchilla es descanso, y corticoides. El problema es que por razones laborales Jorge Pérez no puede tener totalmente inmovilizado el brazo, lo que ralentiza la recuperación. «No sé si volveré a jugar esta temporada», confiesa. «Es una lesión complicada, y no me marco un plazo». Porque «si rompo, lo dejo -el fútbol- seguro».

Jorge Pérez ha retardado todo lo que ha podido su entrada en el dique seco. Con el Arousa virtualmente descartado de la lucha por la promoción, ahora solo piensa en recuperarse bien para decidir su futuro. Porque a día de hoy, dice, «no sé que voy a hacer la temporada que viene, si seguiré aquí, si marcho a otro equipo, o si dejo el fútbol».