El Básquet Coruña visita Lleida con el objetivo de «volver a ser el que era», según Tito Díaz
14 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Básquet Coruña afronta una cita que puede ser clave en la dinámica del equipo. Hoy a las nueve de la noche en el Pavelló Barris Nord de Lérida se enfrentará al noveno clasificado (el equipo coruñés es quinto en la tabla). Tres victorias de diferencia entre ambos.
Sin embargo, Tito Díaz otorga un peso anímico a la cita que la hace más interesante si cabe. «Queremos volver a ganar porque nos acostumbramos a ello. No era nuestro objetivo inicial, pero nos instalamos en eso y queremos recuperarlo. De hecho, recuperar nuestro juego nos dará victorias», reflexiona el técnico del cuadro coruñés.
«Estamos dolidos (los jugadores, sobre todo) porque perdimos con Palencia con un mal inicio. Sé que nuestra cara va a cambiar y volveremos a ser el equipo que éramos fuera de casa», argumenta.
El Básquet Coruña viene de un tropiezo ante el Palencia (63-70) y su rival de esta noche acaba de ganar al Barcelona (61-69) en un encuentro con un inusual registro anotador para los leridanos. El preparador coruñés destacó que «el Lleida juega a muchos puntos. Está yendo de menos a más, es un equipo joven con muchísimo ritmo, muy agresivo. Mantiene una media de ochenta y tres puntos. Incluso perdiendo. De hecho, cayó con Andorra metiendo 94».
«Es una de las pistas mas difíciles, es una cancha ACB y eso le deja un poso especial, como por ejemplo el modo en que sabe presionar a los árbitros», añadió.
«El objetivo que ellos no sean el equipo que suelen ser. Si se va a ochenta puntos tenemos menos opciones de ganar. De manera que debemos tener un alto nivel defensivo, no irnos del partido, para poder cambiar dinámica de Logroño y Melilla», explicó Díaz. «Debemos tener paciencia en ataque, porque los errores en ataque propician pérdidas y contraataques», concluyó. Antes había vertido elogios sobre Arteaga («una de las revelaciones de esta Liga»), Reinholt, Llorente y Álex Llorca y Matulionis, y las rotaciones de Joaquín Prado.