El penúltimo clasificado recibe a un equipo arlequinado que se desplaza sin la tercera parte de su plantilla entre lesiones y sanciones
22 dic 2013 . Actualizado a las 06:58 h.El 22 de septiembre, hace hoy exactamente tres meses, el Betanzos paladeaba su segunda y hasta ahora última victoria en la Liga 2013/14 de la Tercera División gallega. Desde entonces, una negra serie de cinco empates y ocho derrotas lo han anclado en el fondo de la tabla, tan solo por encima del recién llegado Grixoa. Es lo que parece, pues, una perita en dulce.
Claro que en el Arousa, al que hoy le toca cerrar el año en el campo del cuadro betanceiro (16 horas), se temen que quizás el olor de la rica fruta madura para su recolección en la cesta de puntos arlequinada oculte un relleno de veneno. Como la manzana del cuento de Blancanieves. Porque humano resultaría pensar en un Betanzos enrabietado por su situación, con la gasolina añadida al fuego del 6-1 encajado hace siete días en el feudo del Areas, rival directo por la permanencia y hoy también ocupando plaza de descenso directo 5 puntos por encima en la tabla.
El orgullo herido puede ser el más potente de los motores, con el extra de la motivación que supone la posibilidad de poner punto y final a una negra racha en el último partido de un año y comenzar el nuevo 2014 con sensaciones positivas. Sobre todo, consiguiendo el hipotético triunfo ante una de las revelaciones del campeonato, el Arousa.
Con 15 jugadores Sub 23 en sus filas y el central César como único treinteañero, el Betanzos ha notado las ausencias prácticamente durante toda la Liga de dos puntales como el portero Manu Leis y el mediocentro Cata, ex Montañeros, As Pontes y Somozas. A ello se suma la marcha del delantero Eloy hace tres semanas para fichar por el Silva de Preferente Norte. Los sancionados Fonsi (guardameta) y el veterano César son las bajas del cuadro local, que recupera a su capitán y mediapunta Marcos, vital para su fútbol.
Las heridas también ponen en alerta a un Arousa cuyo técnico, Piscis, califica el choque de hoy de «partido trampa». En el caso vilagarciano, viajar sin la tercera parte de su plantilla por lesiones y sanciones despierta los cinco sentidos de un equipo obligado a reinventar prácticamente cada semana su once. Hoy, con Álex Vila en la portería y previsiblemente con Santi desplazando a Juanjo al centro de la zaga haciendo pareja con Alfonso por la sanción de Martín. Los juveniles Eloy, Cheri y Fernando completan la lista de 16.