Al Teucro se le atragantan los derbis

Aleixandre Méndez
Álex Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Las imprecisiones condenaron a los azules ante un Octavio mejor asentado en la pista

08 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Segundo derbi y segunda derrota para un Teucro que parece negado en los partidos de rivalidad, después de perder también en el anterior frente al Chapela. Los azules cayeron ayer ante un Octavio que mostró más temple para llevarse un duelo que dejó encaminado en una primera parte para olvidar de los locales. Las imprecisiones en ataque y la endeblez en defensa condenaron a un Teucro que reaccionó con rabia tras el descanso y a punto estuvo de remontar, pero entonces los vigueses supieron imponer su mayor veteranía para administrar su ventaja y lograr su primer triunfo como visitantes de la presente temporada.

El partido prometía emoción y no defraudó. Los primeros compases dejaron claro el respeto que se profesan ambos equipos, pero tras unos minutos de tanteo el Octavio se hizo con las riendas merced a una intensa defensa y una gran solvencia en ataque, favorecida en buena medida por la discreta actuación de un Juan Bar que no tuvo su noche bajo palos.

Así, a los siete minutos el bloque vigués ya gozaba de tres goles de ventaja (2-5), lo que llevó a Barrios a solicitar el primer tiempo muerto. El técnico azul ajustó el sistema y su apuesta se vio reflejada temporalmente en el marcador, al que volvió la igualdad. Pero a diez minutos para el descanso, fue Quique Domínguez el que pidió tiempo y reorganizó a su equipo para volver a hacer daño a los locales dando la manija a Jabato en ataque. Y fue así como los vigueses abrieron una brecha de seis goles al descanso (11-17), ante la impotencia de un Teucro que se fue diluyendo entre la imposibilidad para parar al Octavio en defensa y sus numerosas imprecisiones en ataque.

Por lo visto en el primer acto, el partido parecía ya decidido. Pero el paso por vestuarios sentó bien a un Teucro que salió dispuesto a remontar a la heroica. Así, los azules comenzaron a recortar diferencias, aunque más por corazón que por juego. De hecho, mediado el segundo acto se colocaron a solo un gol (22-23) despertando a una grada que empezaba a creer en que el triunfo era posible.

Pero entonces, Quique Domínguez paró la sangría con un tiempo muerto que, a la postre, sería decisivo. En esta ocasión, fue Fran González el encargado de tirar del carro, abriendo de nuevo una brecha de tres goles. El Teucro volvió a recortar, pero con el tiempo corriendo en su contra volvieron a llegar las imprecisiones. Y ahí fue donde el Octavio impuso su temple para superar el ambiente, la desastrosa actuación arbitral y todo cuanto condicionante se le puso por delante para llevarse un triunfo merecido por lo visto en la pista.

TEUCRO 27: Bar, Chapela (1), Porto (2), Moreira (4), Víctor (3), Carlos García (9, 2p), Sío (1) -siete inicial-, Cadilla (p.s.), Dorado (1), Pichel (3, 2p), Carlos Pombo, Borja Pedreira (2), Armán (1).

OCTAVIO 30: García Lloria, Casares (4), Hermida (4), Carro, Jabato (6, 1p), Marcos González, Dani Hernández (6) -siete inicial-. Galán (p.s.), Lorenzo (1), Manu Martínez (2), Fran González (7, 3p)

Parciales cada cinco minutos: 2-2 (5'), 4-5 (10'), 6-7 (15'), 8-8 (20'), 9-14 (25'), 11-17 (descanso); 14-18 (35'), 17-21 (40'), 20-23 (45'), 24-26 (50'), 25-27 (55'), 27-30 (final).

Árbitros: Rodríguez Mondelo y Portela Fernández. Excluyeron dos minutos a Dorado (2), Borja Pedreira y Víctor Rodríguez, del Teucro, y a Manu Martínez, Marcos González, Javi Fernández y Dani Hernández (2), por parte visitante. En el minuto 51 expulsaron a Carro, del Octavio, tras acumular tres exclusiones.

Incidencias: Cerca de un millar de espectadores en el Municipal, con numerosos seguidores del Octavio. Antes del partido se guardó un minuto de silencio por la histórica aficionada y exdirectiva del Teucro Elisa García.