El lanzamiento de objetos al campo, motivó un final tumultuoso que se saldó con carga policial en la grada de fondo y con la identificación de cinco aficionados, que posteriormente fueron puestos en libertad, según fuentes de la directiva local.
El trencilla, Moreno Aragón, lo relató así en el acta arbitral: «Se comunicó por megafonía a los aficionados que cesaran en esa actitud, no habiendo más incidencias en el resto del encuentro; en el minuto 89 hubo incidentes en este mismo sector del público, teniendo que intervenir las fuerzas de orden público, provocando una pelea entre aficionados y la fuerza de orden público».
En el transcurso de la misma se arrojaron butacas arrancadas de esa grada y un enfrentamiento entre policías y aficionados que fue silbado en señal de protesta desde otros puntos del estadio.
Los incidentes solaparon el traslado en ambulancia del lesionado Moisés, para ser atendido en Cosaga, donde quedó ingresado durante un período mínimo de 24 horas, si bien, se consideraba controlado, a la espera de nuevas pruebas.