El primer entrenamiento del Obra también supuso la primera aparición pública de Vasilis Xanthopoulos, un jugador con rango de Euroliga. El base griego no dejó pasar la oportunidad de poner en práctica sus ya cinco clases de español, aunque el intento se quedó en una mera anécdota. Pero dejó entrever que no tardará en manejarse con el idioma de Cervantes y derrochó simpatía y amabilidad.
El jugador confesó estar encantado con lo que ha visto de Compostela: «La ciudad es preciosa y la gente muy amable». «Espero que a final de temporada siga siendo así», bromeó.
No tiene inconveniente en reconocer que dejó el Panathinaikos para fichar por el Obra porque, a pesar de sentir el club heleno como una gran familia, lo que quiere es ser cabeza de ratón y no cola de león: «Era importante para mí tener un papel más relevante en el equipo, igual que lo es para todos los jugadores. Es lo que busco». Y le atrae el reto de jugar en la ACB, a la que considera como «la mejor liga de Europa, sin duda».
Fácil adaptación
El base llega con energía, y aunque no quiere definirse a sí mismo, lo que sí garantiza es el trabajo: «Daré el 100 % siempre, lucharé cada pelota y lo daré todo por mi equipo». De momento, afirma que la adaptación a sus compañeros está siendo muy rápida y fácil a pesar de ser solo el primer día de trabajo en grupo. Lo cierto es que más parecía un veterano que un recién llegado al colectivo.
En su decisión de venir a Compostela también tuvieron peso los consejos de su gran amigo Kostas Vasileaidis, su compatriota, que fue uno de los referentes del equipo en la campaña 2009/10: «Me habló muy bien del sitio y de la organización del club pero, sobre todo, de la afición, la recuerda con mucho cariño». Vasileaidis dejó el Multiusos Sar siendo un ídolo. A Xanthopoulos le encantaría alcanzar esa consideración en la que será su primera aventura fuera de Grecia.
La encara en un tramo de madurez profesional, con ganas de aportar su experiencia. Por ese flanco, a buen seguro que no le va a temblar el pulso a la hora de llevar el timón de la nave obradoirista.
«Vasileiadis me habló muy bien del club pero, sobre todo, de la afición, la recuerda con mucho cariño»